El Senado convocó para el próximo miércoles 12 de junio a las 10 a una sesión especial para tratar la Ley Bases y el paquete fiscal, iniciativas que, tras ser aprobadas a fines de abril por la Cámara de Diputados, fueron dictaminadas con cambios por un plenario de comisiones de la Cámara alta el pasado 29 de mayo, después de arduas negociaciones.

De recibir la luz verde del Senado, ambos proyectos deberán regresar a Diputados para eventualmente ser convertidos en ley.

Después de horas de negociaciones con la oposición dialoguista, y ante el rechazo del kirchnerismo, que votará en contra de ambas iniciativas, tal como hizo en la Cámara baja junto a la izquierda, el Ejecutivo logró trasladar al recinto del Senado los dos megaproyectos que considera claves para su gestión

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Para ello fue clave la "muñeca política" del jefe de Gabinete, Guillermo Francos, quien junto a la vicepresidente Victoria Villarruel se pusieron al frente de las negociaciones para obtener los apoyos necesarios y conseguir las firmas de ambos dictámenes.

En particular, el oficialismo tuvo que aceptar retoques, entre otros, en el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI), en la Ley de Contrato de Trabajo y en la restitución de la cuarta categoría del Impuesto a las Ganancias. 

En ese sentido, en el nuevo texto que llegará al recinto de la Cámara alta habrá un piso más alto para las provincias patagónicas, a diferencia del proyecto aprobado por los diputados.

El lunes pasado, Francos, que esta semana mantuvo varios encuentros con diferentes gobernadores, confió en que ambas iniciativas serían aprobadas en el Senado la próxima semana y, posteriormente, ratificadas por la Cámara baja en julio.

"Uno aprende de los errores y trata de cambiar, mejorar y comprender al otro", expresó sobre el extenso debate que llevan las propuestas oficialistas en diálogo con La Nación+. Asimismo, agregó: "La Ley Bases va a salir, saldrá del Senado. Espero que la semana siguiente el recinto probablemente la apruebe y no haya más modificaciones, y después tiene que volver a Diputados por los cambios".

Para el funcionario, el kirchnerismo ha mantenido su postura de rechazar las iniciativas "porque quiere que al Gobierno le vaya mal", y el resto de la oposición "ha sido colaborativa", ya que se trabajó "casi tres meses en Diputados y un mes en el Senado" para "mejorar los textos".

Ahora que llegará al recinto, según el "poroteo" que hace la Casa Rosada, el oficialismo tiene a 37 senadores de su lado y a 34 en contra para la aprobación en general de ambos proyectos.