Tras la contundente derrota en las elecciones primarias de agosto, Mauricio Macri y María Eugenia Vidal no volvieron a mostrarse juntos. Sin embargo, luego de un mes, los mandatarios compartirían la inauguración de una obra en territorio bonaerense.

“Se está viendo la posibilidad de que compartan una actividad juntos esta semana, pero no hay confirmación de cuándo sería”, dijeron desde el entorno de la gobernadora a El Canciller, y postergaron cualquier definición hasta el lunes.

El último acto juntos fue en el cierre de campaña, el 8 de agosto, previo a las PASO. Desde entonces, solo compartieron algunos encuentros privados en la Casa Rosada, pero incluso antes del paquete de medidas anunciado por Macri luego de la devaluación del peso.

Ampliar contenido

En las últimas semanas, Vidal optó por recorridos silenciosos y sin aviso a la prensa. En el medio, confirmó las medidas paliativas para los bonaerenses, un bono de $3000 para el sector estatal y un incremento al presupuesto del Servicio Alimentario Escolar.

Esta semana estuvo en la localidad de Mar del Plata, junto al candidato a intendente por el oficialismo, Guillermo Montenegro. Se trata de una ciudad por demás amigable, donde obtuvo un triunfo, algo justo, en las PASO con el 40,5% de los votos, frente al 39% que sacó el Frente de Todos. Sin embargo, hubo un importante corte de boleta, ya que a nivel presidencial Macri sacó el 36% de los votos, frente al 40,6% de Alberto Fernández.

Así, en la localidad costera volvió a la clásica estrategia de los cimientos del PRO: el timbreo. Durante la caminata, acompañada por el vicegobernador Daniel Salvador, aprovechó para hablar con vecinos sobre las problemáticas e ir anotándolas en una particular libreta verde.

“Uno como gobernante tiene que demostrar respuestas concretas, escuchar y acompañar todos los días. Y también cuando en una elección hay un resultado, la gente no se equivoca. Hay que escuchar y entender el voto”, dijo más tarde en conferencia de prensa.