Luego de quedarse sin la adjudicación para la obra de la planta conjunta de Gas Natural Licuado (GNL) entre YPF y la estatal malaya Petronas, Bahía Blanca se distanció este jueves de Axel Kicillof, ya que el Concejo Deliberante de esa ciudad aprobó la adhesión del distrito al Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI), con el voto positivo de los ocho ediles que responden al intendente, Federico Susbielles, de Unión por la Patria, mismo signo político que el gobernador de la provincia de Buenos Aires.

El proyecto de ordenanza, sancionado por unanimidad y escrito por dos concejalas alineadas al Gobierno nacional, sostiene que el régimen de fomento impulsado por el presidente Javier Milei "es el primer paso para que la Argentina se convierta en un imán de inversiones y regrese a la senda del desarrollo de la cual se desacopló hace años", y destaca que "permite adelantar ese horizonte de país con impuestos más bajos y sin restricciones cambiarias".

En este sentido, aunque la propuesta tenía como objetivo inicial lograr la instalación de la planta de GNL en el puerto local -pulseada que la ciudad del sur bonaerense perdió frente a la localidad rionegrina de Punta Colorada-, la adhesión del legislativo bahiense pretende mostrar una señal para captar otros negocios.

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La iniciativa había sido impulsada la presidenta del Concejo, Marité Gonard (La Libertad Avanza) y Valeria Rodríguez (Avanza Libertad) y, tras pasar a revisión del Municipio, fue enviado en los últimos días al órgano legislativo con el visto bueno de Susbielles.

"Hay un proyecto de ordenanza que planteaba la adhesión de Bahía Blanca al RIGI nacional y que la ciudad genere regímenes especiales para los proyectos que va a albergar", había señalado la semana pasada el intendente, durante una conferencia que brindó tras perder la inversión de YPF y Petronas. A su vez, había revelado que firmó el "informe positivo" del texto y adelantó: "Nuestro bloque va a pedir una sesión especial para que se trate".

La sanción de este jueves tuvo lugar poco más de una semana después de que la ciudad bonaerense quedara relegada por Río Negro en la adjudicación de la planta conjunta de GNL entre YPF y Petronas, que demandará una inversión estimada en USD 30.000 millones.

La decisión fue tomada por las empresas, teniendo en cuenta que el territorio sureño se había adherido al RIGI, mientras que el gobernado por Kicillof rechazó la iniciativa y prometió una normativa propia que ni siquiera ingresó en la Legislatura provincial.