Se impone un peronismo dividido y golpea al corazón de la reforma permanente
Se desinfla el plan del oficialismo para sacar leyes que hasta hace poco eran claves. Las bancas del PJ y la tormenta judicial sobre los sindicalistas, las claves
Con una CGT que navega entre indefiniciones con el poder y una incomodidad inusitada con sus bases, la carta de oro la tiene el peronismo y la mostró el senador Miguel Ángel Pichetto a fines de diciembre: "No vamos a jugar con los tiempos del Gobierno. Además, que primero el Gobierno arregle con los sindicatos. No estamos dispuestos a tolerar que se construyan iniciativas que no son defendidas por el propio gobierno. Durán Barba cree que gobernar es hacer una elección”, apunto. Para no dañar la relación con el peronismo "responsable” creen que es mejor volver al Congreso el 1° de marzo.
"Ese discurso va a marcar el inicio de la segunda mitad del Gobierno. ¿Para qué vamos a abrir el Congreso una semana antes para tratar proyectos que no son tan importantes? Corremos el riesgo de regalarle un escenario a la oposición", le aseguró una de las figuras legislativas de Cambiemos al diario La Nación.
"El Gobierno tiene una enorme cantidad de leyes para gobernar. Se han aprobado el 72% de las leyes que envió el Ejecutivo. No hay una voluntad de bloqueo. El paquete de leyes económicas se aprobó entero. Lo que tienen que hacer es gobernar", le aseguró un legislador a Clarín. La decisión final la tendrá Macri cuando regrese de sus casi tres semanas en Villa La Angostura.
En Balcarce 50 saben que sin los votos del peronismo, necesarios para aprobar las leyes, (debido a que Cambiemos en Diputados posee 108 bancas y en el Senado tiene 25), no alcanza. No obstante, hay varios sectores en el Gobierno que confían en destrabar la cuestión. Habrá que esperar hasta el lunes próximo.
Los tres proyectos clave que quiere sancionar el Gobierno
las reformas laboral y electoral
la de la ley orgánica del Ministerio Público.