Royon: "Si soy parte del castigo, bueno, pero yo realmente no tenía injerencia ni contacto con diputados salteños”
Luego de ser apartada del Gobierno tras el no de la oposición dialoguista a la Ley Ómnibus, la exsecretaría de Minería reveló que pese a estar "sorprendida" entendía a Milei: "Tiene que tener gente de su confianza, está bien que haga los cambios”.
Flavia Royon rompió el silencio tras ser removida de su cargo como secretaria de Minería después de la devolución del proyecto de Ley Ómnibus a comisiones y el naufragio por decisión del presidente Javier Milei de retirarla del debate en el recinto: "Si soy parte del castigo, bueno, pero yo realmente no tenía injerencia ni contacto con diputados salteños".
"Si el Presidente entiende que (el gobernador Gustavo) Sáenz merece castigo y yo soy salteña, él tiene que tener su equipo con gente de su confianza. Está bien que haga los cambios", aseguró la exfuncionaria en diálogo con Radio Mitre.
Además, reveló que, ante los rumores de su despido, se comunicó con Luis "Toto" Caputo para poner su renuncia a disposición. Siguiendo la misma línea, confesó que el ministro le respondió que "había cuestiones políticas" que impedían "la continuidad en el cargo".
A través de un comunicado difundido por la Oficina del Presidente, Milei hizo público el pedido de renuncia a Royon, al considerar que "la crisis económica heredada y el momento histórico actual" del país requieren "funcionarios públicos comprometidos con la modernización, simplificación y desburocratización del Estado".
Junto con la exsecretaria, el jefe de Estado pidió la dimisión de quien era el director de la ANSES, Osvaldo Giordano, allegado políticamente al gobernador de Córdoba, Martín Llaryora, también cuestionado por el Ejecutivo debido a que los diputados nacionales que representan a la provincia votaron en contra del proyecto legislativo en la discusión en particular de los artículos, puntualmente a la delegación de facultades.
Al ser consultada, la salteña que hasta hace pocos días formaba parte del Ejecutivo aceptó que su salida "sí" puede tomarse como "una esquirla" por el resultado negativo de la meganormativa, sobre la que -en teoría- había un "acuerdo político" que el gobierno libertario había alcanzado con algunos gobernadores, entre ellos el de su provincia.
Royon concedió que, tras el retorno a comisión del proyecto de ley "Bases y puntos de partida para la libertad de los argentinos" surgieron "algunos trascendidos" acerca de un supuesto enojo del Presidente con un grupo de mandatarios, uno de ellos Sáenz.
No obstante, agregó que ella "apoyaba" la aprobación que buscaba el oficialismo, porque "era positiva" para la minería. Y aseguró: "Yo no tuve conversaciones de ningún tipo de acuerdo sobre la ley, y mucho menos sobre cómo iban a votar los disputados de Salta".
"Pero bueno, cuando esto sucedió, lo tomé con naturalidad en el sentido de que mi renuncia estaba a disposición", agregó y finalizó: "El Presidente tendrá otros cuadros políticos. Entiendo que quiere cerrar otros frentes con otros sectores políticos y tiene el poder decisión".