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La relación entre el ex Ceo del Banco Macro y el jefe de Estado se remonta a mediados de los ‘80. En medio del boom del paddle, ambos fueron presidente y vice del Club San Jorge, en Boulogne. La aparición de un Massa adolescente no es una hipérbole de la historia: allí forjaron una relación que logró su summum para las elecciones del 2013, año consagración del ex intendente de Tigre. La aparición de Macri con el hijo de Brito encierra otra paradoja. Además de ser el vicepresidente de River Plate, el hijo del banquero estuvo en calidad de presidente de la empresa de energía Genneia, cuyo socio es el mexicano David Martínez, socio de Héctor Magnetto en la megafusión Clarín-Telecom.

Luego del terremoto que generó el llamado a indagatoria del "banquero del poder” por el caso Ciccone, la comunión de apellidos es llamativa. Algunos indican que el malestar de Macri tiene dos vertientes: un favor que no consiguió de parte de una de sus empresas y la ratificación de la alianza de Brito con Massa en el 2015, que cosechó buenos frutos en el 2013. Otros dicen que el Presidente prefiere en el sillón a Delfín Ezequiel Carballo, un especialista que se convirtió en un cofre de innumerables secretos poco convenientes. El llamado a indagatoria, y posterior alejamiento, demolió en un 14% las acciones del banco.

Vale focalizarse en la alianza que forjó Brito con Massa a fuerza de saques, revéses y voleas en el club San Jorge allá por el 85. El año 2002 fue clave para ambos. Con Massa en la jefatura de la Anses, el Macro se convirtió en el principal banco que liquidó los haberes de los jubilados. En el fútbol también dejaron su huella. El banco supo convertirse en main sponsor del club de Victoria. Una de las grandes paradojas es que a Brito el propio Massa le presentó a Amado Boudou, un vínculo clave que hoy puede significar su derrumbe definitivo.

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