La "ideología woke" se ha popularizado en los últimos años y ha sido motivo de debate en todo el arco político a nivel internacional, llegando incluso a ser uno de los tópicos sobresalientes durante la reciente campaña presidencial en Estados Unidos, que enfrentó a Donald Trump con Kamala Harris. Javier Milei retomó el concepto este jueves en su discurso en el Foro Económico Mundial de Davos, donde renovó la polémica y consideró que se trata de un monstruo con ocho "cabezas" y un "cáncer" que hay que "extirpar" de la sociedad.

La palabra woke nace de "wake", verbo que en inglés significa despertar y tiene sus orígenes en la lucha antirracista del país norteamericano, como un término asociado a una persona que es consciente sobre las injusticias o formas de opresión que sufría la población negra. Si bien su primer uso se registra de 1938 cuando el músico afroestadounidense Lead Belly la nombró en una entrevista, recién cobró una relevancia mucho mayor con el crecimiento del movimiento Black Lives Matter, iniciado en la pasada década.

A partir de allí, la expresión se amplió y comenzó a utilizarse, a nivel mundial, para referirse a estar "alerta" o "despierto" en relación a la lucha de otros movimientos, como el feminista, el de derechos humanos, el ecologista y el LGBTQ, entre otros.

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Sin embargo, su uso empezó a generar una reacción entre distintos sectores -sobre todo de extrema derecha- que empezaron a utilizar la expresión para criticar a aquellos que lo defendían, acusándolos de creerse moralmente superiores al resto y de querer imponer las ideas progresistas por sobre los demás, sobre todo debido a la "cultura de la cancelación", llevada a cabo por ciertos sectores defensores del "wokismo" que realizaban boicots contra políticos o empresarios que se posicionaban en contra de su postura. 

El propio Elon Musk, elegido por Trump para el departamento de Eficiencia de Estados Unidos, se refirió a lo "woke" como un "virus" que afecta a la mente. En el mismo sentido lo hizo Milei en Davos, donde además sumó: "El gran yunque que aparece como denominador común en los países e instituciones que están fracasando es el virus mental de la ideología woke. Esta es la gran epidemia de nuestra época que debe ser curada, es el cáncer que hay que extirpar".

"Feminismo, diversidad, inclusión, equidad, inmigración, aborto, ecologismo, ideología de género, entre otros, son cabezas de una misma criatura cuyo fin es justificar el avance del Estado mediante la apropiación y distorsión de causas nobles", precisó el Jefe de Estado, en su alocución.

Por ejemplo, explicó, "el feminismo radical es una distorsión del concepto de igualdad y aún en su versión más benévola es redundante, ya que la igualdad ante la ley ya existe en Occidente". En tanto, en relación al ecologismo indicó que se pasó a "un ambientalismo fanático donde los seres humanos somos un cáncer que debe ser eliminado, y el desarrollo económico poco menos que un crimen contra la naturaleza". 

"Vaya tarea que se mandaron con estas aberraciones del aborto. Desde estos foros se promueve la agenda LGBT, queriendo imponernos que las mujeres son hombres y los hombres son mujeres solo si así se autoperciben", añadió en sus críticas, y también subrayó: "En nuestras empresas, instituciones públicas y casas de estudios el mérito fue dejado de lado por la doctrina de la diversidad".

"El wokismo ha calado tan profundamente en nuestras sociedades, promovido por instituciones como esta, que se ha llegado incluso a cuestionar la idea misma de sexo a través de la nefasta ideología de género", precisó Milei al acusar a "los organismos supranacionales más influyentes" como "ideólogos de esta barbarie".