Pichetto: la doctrina de Frigerio y Monzó sobre el hermetismo de Marcos y Jaime
El primer cimbronazo político lo había provocado Cristina Fernández de Kirchner. A contramano de todos los pronósticos, el sábado 18 de mayo la expresidenta se corrió de la centralidad y anunció su precandidatura a la vicepresidencia, por detrás de Alberto Fernández, quien hasta ese entonces se movía como un jefe de campaña. La noticia causó pasmo y desorientación en el Gobierno, que pergeñó durante tres semanas cómo debía contraatacar.
Mientras los caciques radicales se alistaban para negociar al compañero de fórmula de Mauricio Macri, el presidente sorprendió y comunicó que irá acompañado en la boleta por Miguel Ángel Pichetto, el jefe del interbloque Argentina Federal en el Senado. ¿Quiénes ganaron y quienes perdieron dentro de la coalición oficialista con la inesperada designación?
Rogelio Frigerio celebró en su cuenta de Twitter la decisión del primer mandatario. Y no representó una casualidad: el ministro del Interior, garante de la gobernabilidad a raíz de su fluido diálogo con los gobernadores y los referentes de la oposición, venía manifestando la necesidad de ampliar la base de sustentación política de Cambiemos y había sugerido la posibilidad de incorporar a Alternativa Federal en el armado electoral.
A Emilio Monzó también se le puede atribuir el triunfo por la flamante fórmula presidencial que presentará el Ejecutivo nacional en aras de alcanzar la reelección. El presidente de la Cámara de Diputados, que meses atrás reivindicó la rosca política, es un acérrimo detractor del esquema hermético que ha pregonado Marcos Peña para gobernar.
Días atrás, la mesa chica del PRO había escuchado su última sugerencia, orientada a ofrecerle la vicepresidencia a Ernesto Sanz. Según consignó Jorge Fontevecchia en Perfil, la propuesta le fue realizada al radical, quien la rechazó de plano, alegando estar retirado de la gestión pública. Tras la inclusión del peronista en el binomio, ¿cambiará Monzó su decisión de abandonar el gabinete?
Si bien la Unión Cívica Radical no podrá lograr su cometido de tener un candidato orgánico para secundar a Macri en la boleta y se podría considerar nuevamente menospreciada, la exigencia de ampliar Cambiemos y construir una nueva coalición, acordada en la Convención de Parque Norte, fue cumplida desde la Casa Rosada.
Del lado de los perdedores se ubican los estrategas comunicacionales del PRO, Marcos Peña y Jaime Durán Barba. Pese a que luego del anuncio de Macri el jefe de Gabinete ponderó el "compromiso institucional" de Pichetto a lo largo del mandato de Cambiemos, siempre manifestó reticencia a que la alianza se abriera hacia sectores de la oposición así como su aval a la continuidad de Gabriela Michetti en la fórmula.
De igual modo, el asesor ecuatoriano había expresado su oposición a que el binomio fuera completado con un dirigente externo al abanico del PRO. Además, ha mantenido un vínculo tenso con el rionegrino, quien lo acusó de tener un "desprecio por la política" a raíz de sus "ideas viejas".
"No es aconsejable que quien esté en la vicepresidencia no sea de la confianza del presidente", esgrimió Durán Barba hace unas semanas. Su análisis estará sometido a prueba en caso de que el oficialismo logre retener el poder, pero hasta hoy las escasas fotografías entre Macri y Pichetto acompañan su teoría.