Los movimientos en el escenario político y económico de las generaron cierto optimismo en el núcleo duro de Mauricio Macri. El anuncio de la precandidatura de Alberto Fernández no logró reclutar un gran número de dirigentes peronistas distanciados de Cristina Kirchner. Las variables de la economía, en el mar rojo de los números del macrismo, son -al menos- más alentadores que los de meses atrás: la inflación volvería a niveles inferiores al 3% y el dólar se mantiene quieto gracias al permiso del FMI para vender reservas. En contraposición, la capacidad instalada sigue en la línea del 50% y la actividad industrial se mantiene golpeada. La incógnita es nuevamente Sergio Massa.

Los nuevos candidatos kirchneristas, señaló Carlos Pagni, parecen beneficiar a Macri: que Kicillof sea candidato en la provincia de Buenos Aires alivia a los mercados que temen que el economista vuelvan a su antiguo cargo de ministro de Economía. Alberto Fernández, que llegó para recuperar a los peronistas disidentes del cristinismo, consiguió adhesiones gobernadores pero no logró penetrar aún en Alternativa Federal.

En el tercer espacio, Massa se destaca como el único que en última instancia -en un escenario radicalizado- se definiría por el kirchnerismo. En las oficinas del Frente Renovador dicen que Massa tiene dos ambiciones que podrían ser contradictorias: ser presidente y que Macri pierda. Por apostar mucho a la primera podría ayudar la reelección del mandatario de Cambiemos. Y por dejarlo todo para la derrota del líder del PRO debería resignarse a pelear por ocupar un cargo legislativo, la vicepresidencia o, lo que menos quiere, la gobernación de la provincia de Buenos Aires.  

"Massa es el miembro más inestable de este club. Una de las razones es su falta de afinidad con el gobernador de Córdoba. Los amigos de Massa se quejan de que, en febrero, Schiaretti lo invitaba a hacer campaña en la provincia, pero los encargados de organizar los actos llegaban siempre más tarde que el candidato. Y eso que para Massa la impuntualidad no tiene secretos”, reveló Pagni.

Quedan dudas sobres los movimientos de Massa hacia el kirchnerismo. Nadie parece ceder ante la ambición del tigrense de ser presidente. También está casi cerrada la puerta de la provincia de Buenos Aires porque Cristina eligió con el dedo, como hizo con Alberto Fernández, a Axel Kicillof, que según Pagni es resistido por los intendentes porque no está sospechado de corrupción y podría vigilar sus "cosas”.

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El Frente Renovador está reunido para estudiar todas estas posibilidades. Massa sabe que para ser un candidato a presidente que de verdad pueda competir necesita ser ungido por otros dirigentes de peso, algunos incluso con mayor intención de voto que él. El piso electoral del tigrense no es despreciable. En promedio rondaría el 10% según las encuestas, pero, según el director de una importante consultora de imagen, cuando se lo analiza en estudios cualitativos, se conoce un dato insoslayable: el electorado lo relaciona con palabras como "barrilete”, ventajita” y "chanta”.