Pese a que desde su entorno repiten hasta el cansancio que no evalúa seriamente la posibilidad de postularse como candidato presidencial, Roberto Lavagna extendió anteayer su raíd de reuniones con dirigentes políticos de la oposición y mantuvo una cumbre con su socio Sergio Massa.

El cónclave se concretó en el domicilio porteño del exministro de Economía, quien días atrás había recibido en su casa de Cariló tanto a Miguel Ángel Pichetto como al gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz. 

En tiempos en los que múltiples dirigentes peronistas -como también los mercados- buscan ungir a Lavagna como el hombre destinado a romper con la polarización, el excandidato presidencial por la Unión Cívica Radical en 2007 no entrega indicios sobre su devenir político y se limita a expresar su deseo de conformar un gobierno de unidad nacional.

Según una reciente encuesta de Synopsis, Lavagna concitaría hoy el 13% de los sufragios en una eventual interna de Alternativa Federal y duplicaría la intención de voto del tigrense, que atraparía el 6,7% de las voluntades a nivel nacional. 

Si bien no dio precisiones sobre los tópicos de la reunión, el líder del Frente Renovador fue elogioso con el exfuncionario. "Roberto es un tipo generoso que siempre puso el hombro para construir una alternativa política y que representa un faro que la Argentina mira cuando piensa en el crecimiento y más en estos momentos de crisis económica", sostuvo en diálogo con La Nación.

El periplo de Massa por el territorio nacional -en la semana transitó Mendoza y este sábado arribó al norte del país- continuará esta semana con viajes hacia localidades del interior bonaerense y una cumbre en Salta con su compañero de espacio, Juan Manuel Urtubey.