Sumergida en una profunda recesión económica, el presidente Mauricio Macri apunta a fortalecer su vínculo comercial con China para atraer inversiones y expandir el mercado de exportaciones.

Presionado por los indicadores económicos que erosionan la imagen de un presidente que ya perdió su encanto y al tiempo que el Banco Central hace malabares para contener al dólar y evitar una nueva y fulminante corrida, el Gobierno busca desesperado el ingreso de dólares genuinos, más allá de los desembolsos acordados con el FMI. 

Y mientras desde la Casa Rosada luchan por vencer las restricciones del proteccionismo que gobierna las políticas comerciales de los países de primer mundo, el flamante nuevo presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, cumple con las reformas que seducen a un Donald Trump que, finalmente, encontró a un fiel seguidor y potencial socio de negocios en América Latina.

En un fraternal encuentro en la Casa Blanca, Bolsonaro convenció a Trump de la compra de 750 mil toneladas anuales de trigo. Este acuerdo significó un duro e imprevisto golpe para Argentina, que el año pasado le exportó seis millones de toneladas de aquel cereal a Estados Unidos.

La respuesta de Argentina fue simple e inmediata: abrir nuevos canales de negocios con la segunda potencia mundial. Durante un encuentro en la Bolsa de Comercio de Rosario, Luis Miguel Etchevehere firmó con el embajador del gigante asiático un protocolo para habilitar el ingreso de la miel doméstica al mercado chino. 

El secretario de Agroindustria destacó el gran momento que atraviesa el vínculo bilateral. "Argentina produce alimentos para 400 millones de personas y China necesita alimentar a su población, somos economías complementarias en ese sentido. Hoy China es el principal destino de muchos productos nuestros como porotos de soja y carne", sostuvo.

Por eso es que mientras Bolsonaro juega en las grandes ligas (visitó a Trump y el viernes viajará a Israel) y deja morir al Mercosur, Macri apuesta sus fichas a fortalecer su vínculo con China y conseguir nuevos acuerdos bilaterales que le den el impulso necesario para sortear las elecciones de octubre.