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El contexto coloca a Guido como una pieza clave de cara a la reelección. Un importante consultor político remarcó que una corrida cambiaria sería peor enemiga electoral que Cristina Kirchner. Si la tasa sigue bajando y la política monetaria sigue funcionando, el crecimiento económico podría comenzar en el segundo trimestre y, aunque no alcance para mostrar un número positivo, acompañado del optimismo de Macri y el timing de Durán Barba puede ser un arma suficientemente poderosa para acercar a los descreídos: el voto bolsillo, pero del mañana.

La sintonía fina necesaria dicta que, hasta marzo, la economía es un tema de segundo plano, detrás de la consigna taquillera de la mano dura y el control migratorio. El manual de Durán Barba no muestra fisuras en la repetición permanente. Combinado con un presidente que se muestra como el más convencido de su propio camino, el Gobierno busca estirar la estadía en Casa Rosada a contrarreloj y con pocas cartas.