La causa de los cuadernos de las coimas no movió la aguja de la intención de voto de Cristina Kirchner. En tanto, la recesión económica que hizo caer la imagen de Mauricio Macri durante varias semanas dejó de hacer efecto y el oficialismo encontró -por ahora- un piso electoral cercano al 30%. De todos modos, en Cambiemos reconocen que los votos no alcanzan para garantizar la reelección y diagraman un plan B que incluye a los gobernadores peronistas: un enroque de apoyo electoral por alivio fiscal.

De cara a 2019, el oficialismo busca gestar una relación simbiótica con un puñado de gobernadores del PJ alejado del modelo kirchnerista. Sin dar nombres propios, el columnista Carlos Pagni advirtió que varios caudillos del peronismo dialoguista ve en Macri el broche para asegurar la permanencia en sus respectivos distritos.

El oficialismo busca gestar una relación simbiótica con un puñado de gobernadores del PJ alejado del modelo kirchnerista.

¿Por qué? En primer lugar, porque si la imagen de Cristina sigue subiendo y la actual senadora consigue la victoria en las elecciones presidenciales, varios mandatarios del PJ se convertirían en los "Judas” del nuevo Poder Ejecutivo. En ese sentido, pese a no acompañar el plan económico de Macri, advierten beneficios en escoltar al líder de Cambiemos.Ese pacto tácito con Macri podría romperse si crece la imagen presidencial de alguno de los pejotistas que se subió a la carrera presidencial, ya sea proveniente del massismo o el mismo Miguel Ángel Pichetto. Sin embargo, por ahora, el escenario de polarización se mantiene y las dos principales fuerzas electorales duplican en intención de voto a cualquier fórmula del peronismo dialoguista.

En esa lista de gobernadores aparecen nombres como Domingo Peppo, de Chaco; Mariano Arcioni, de Chubut; Juan Luis Manzur, de Tucumán; Sergio Uñac, de San Juan; y Carlos Verna, de La Pampa. Sin embargo, a esta nómina se le podrían agregar paulatinamente algunos nombres más que por ahora no definen de qué lado van a jugar en 2019.

Para Pagni, este pacto silencioso se deja ver por la facilidad que el oficialismo negocia con estos gobernadores.

Para Carlos Pagni, este pacto silencioso se deja ver por la facilidad que el oficialismo negocia con estos Gobernadores. Muchos de estos mandamases están dispuestos a ceder los votos en el Congreso para aprobar el Presupuesto y otras leyes que necesita el Poder Ejecutivo, a cambio de que el ajuste fiscal sobre sus distritos no sea tan severo.

Si bien el acuerdo con el FMI y la búsqueda de reducir el déficit fiscal juegan en contra de este apretón de manos, el peso ponderado que tienen algunas provincias es muy bajo, por lo que ajustar o no ajustar allí no mantiene en vilo al oficialismo, que hará cargar la mayoría del peso de la promesa con el Fondo en los cinturones de María Eugenia Vidal, Horacio Rodríguez Larreta y otros gobernadores de provincias con población significativa.