El presidente Mauricio Macri ingresó por tercera vez por la explanada del Congreso de la Nación para inaugurar las 136° sesiones ordinarias.

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En su primer discurso ante la Asamblea Legislativa, el presidente Mauricio Macri utilizó como "caballito de batalla” la "pesada herencia”. En un discurso leído que duró exactamente una hora, Macri se tomó un tercio del tiempo para apuntar contra las administraciones de Néstor y Cristina Kirchner en todos los ámbitos: economía, justicia, infraestructura, salud y educación. El Kirchnerismo también jugó sus cartas: lleno de carteles la Cámara de Diputados en contra del mandatario. "Libertad a Milagro Sala"; "Basta de Represión"; "Exijamos la soberanía de Malvinas"; "El país no es tu empresa"; "No hipotequeemos el futuro", fueron las consignas. El Presidente criticó al fallecido ex presidente Néstor Kirchner y desató una ola de abucheos, a lo que la tropa de Cambiemos le respondió con un "sí se puede”. Macri estaba en una especie de "veranito” político: era -prácticamente- su tercer mes frente al Ejecutivo y gozaba del "aura” de las elecciones del 2015.

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La apertura de sesiones 2017 fue su prueba de fuego: tras un año de una fuerte crisis económica, con miles de despidos y diferentes "tarifazos”, Macri tenía que revalidar su poder mientras a su alrededor tenían más dudas que certezas. Realizó un balance de su primer año de gestión y aludió al kirchnerismo como una "década de despilfarro y corrupción".  "Superamos lo más difícil de esta transición y el país está cambiando: la Argentina se está poniendo de pie", sostuvo ante los legisladores. La pesada herencia continuó siendo el leimotiv que utilizó el relato M. : "Llevo 15 meses gobernando el país y estoy convencido de que tenemos todo para salir adelante. Basta de que nos regalen el presente para robarnos el futuro. No aflojemos, no nos demos por vencidos, ratifiquemos nuestra vocación del cambio... ¡No escuchemos a los que ni siquiera hacen autocrítica de lo que han hecho en el pasado!", dijo. En las bancas de la oposición pudieron leerse carteles alusivos a Milagro Sala, al "ajuste" en la ciencia y otros con las consignas "Presidente offshore". "Yo te vi bajar las jubilaciones" y "Yo te vi endeudar", fueron algunas de las frases que decoraron los asientos opositores. Estuvo presente el ex presidente Eduardo Duhalde y ausente la ex procuradora de la Nación, Alejandra Gils Carbó.

La apertura de sesiones de este año duró 41 minutos. Ni más ni menos. El Presidente, que atraviesa un momento de incertidumbre económica y de escándalos de sus funcionarios, eligió hacer foco en dos temas centrales: el debate sobre la despenalización del aborto y la mano dura. Aclaró que está en contra del aborto, pero pidió que el Congreso lo discuta durante el 2018. A su vez, luego del caso Chocobar, pidió "cuidar a las fuerzas de seguridad" e instaló nuevamente el debate. Sí: una estrategia para evitar tocar temas que preocupan a su mesa chica como la inflación, el endeudamiento y la corrupción.