Luego de que María Servini fallara a favor de la lista de Cristina Kirchner y la ratificara como la única en condiciones de presentarse en la elección interna del PJ, Ricardo Quintela, el otro dirigente que aspiraba a postularse, avisó puertas adentro que no apelará la decisión de la jueza federal, pero continuará su disputa por el liderazgo del espacio político. Sobre el final de este viernes, un emisario de la expresidente de la Nación llamó al gobernador de la provincia de La Rioja con la intención de convocarlo a una reunión el próximo lunes en el Instituto Patria.

Según fuentes partidarias, "El gitano" no contestó la llamada porque se encontraba "de viaje y sin señal", por lo que la invitación quedó sin una respuesta concreta.

Los mismos portavoces aseguraron que la intención de Cristina no es ofrecerle cargos, sino encauzar una relación que se tensó en las últimas semanas en pos de la unidad del peronismo.

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Quien este viernes se metió decididamente en la interna fue el senador Eduardo "Wado" de Pedro, quien volvió a apuntar contra el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, por no haber dado su apoyo expreso a la expresidente. 

"Me hubiera gustado que Axel se pronunciara a favor de Cristina hasta por una cuestión sentimental. Me gusta que estemos juntos. No puedo concebir que esté en otra cosa, me duele y lo veo raro; no le hace bien a él como persona", apuntó De Pedro, en diálogo con Radio con Vos.

Asimismo, expresó su "desconcierto" por el silencio de un sector del justicialismo, a pesar de que "militan juntos y formaron el mismo espacio hace más de 20 años". "Nos queremos y pensamos recontra igual. Si me preguntás por qué pienso que está pasando esto, no lo sé", agregó.

"No le dio importancia al partido", concluyó sobre Kicillof, con quien dijo que venía hablando desde febrero para pensar la "reconstrucción del movimiento nacional", ya sin Alberto Fernández en la conducción.

Por su parte, Quintela realizó una videollamada con los dirigentes más allegados. Allí desechó la posibilidad de apelar el fallo de Servini, al entender que la suerte estaba echada y que no habría un cambio de opinión desde la Justicia.

En consecuencia, anticipó que no reconocerá a Kirchner como la líder formal del partido y que se mantendrá en su postura de discutir qué rumbo debe tomar el peronismo de ahora en más.