El Gobierno envió al Congreso la reforma electoral y analiza incluirlo en las eventuales sesiones extraordinarias
El proyecto ingresó dividido en dos partes. La primera contiene la eliminación de las PASO y el financiamiento de los partidos políticos, mientras que la otra modifica la ley orgánica de los espacios que compiten en los comicios.
En medio de la tensión por el estancamiento de las negociaciones para la aprobación del Presupuesto 2025, el Gobierno giró este jueves al Congreso los proyectos de reforma electoral para eliminar las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO).
De la misma manera, el Ejecutivo buscará suspender los aportes extraordinarios para los partidos políticos y reformar la ley orgánica de los espacios que compiten en los comicios, aunque todavía no se decidió si las iniciativas se tratarán en sesiones extraordinarias, que el presidente Javier Milei aún no convocó.
Ambos proyectos ingresaron este jueves a la Cámara de Diputados, en donde el oficialismo deberá conseguir votos de la oposición para aprobarlos, especialmente el que alude a la supresión de las primarias.
Tanto el PRO como el radicalismo más afín al Ejecutivo tienen dudas sobre su eliminación ya que, según consideran, las PASO sirven para ordenar sus espacios políticos. Es por ello que algunas voces del partido amarillo se inclinan por declararlas optativas.
Para la Casa Rosada, las PASO "han funcionado como una encuesta millonaria al servicio solo de la política y en detrimento de la economía y el tiempo de los argentinos", en palabras del vocero Manuel Adorni.
El Gobierno justificó la modificación de la Ley Orgánica de Partidos Políticos en el objetivo de "mejorar la representatividad" electoral y evitar la proliferación de "sellos de goma" cuyo objetivo es "recaudatorio", según subrayó el portavoz.
De esta manera, de avanzar con la reforma, las agrupaciones partidarias deberán contar con "0,5% de afiliados sobre el padrón electoral y tener un piso mínimo de 3% de los votos en dos elecciones consecutivas", explicó.
En el caso de los partidos nacionales, "se les exigirá presencia en al menos diez distritos, cuando hoy se requieren cinco jurisdicciones", precisó la Presidencia.
En cuanto al régimen de financiamiento electoral, el Gobierno propone suprimir el aporte del Estado para campañas políticas y eliminar los topes de las donaciones privadas. Según expresó Adorni, con esta iniciativa se busca "reducir el gasto público y transparentar los recursos que reciben los partidos".
De acuerdo con la información suministrada por el Gobierno, las medidas a implementar, en caso de que prospere la norma, serían "el aumento de topes de aportes privados, la eliminación de los espacios de publicidad electoral y la eliminación del financiamiento público para las campañas", por lo que "quedará vigente un único aporte por año proporcional a los resultados electorales".