Mientras siembra el misterio y genera expectativa por su candidatura, Roberto Lavagna comienza a dibujar su plataforma electoral y expande los horizontes más allá de Alternativa Federal para coquetear con todos los sectores opositores.

Este viernes Lavagna se reunió en su casa de Saavedra con Sergio Massa. Si bien lo que se dio a conocer del encuentro es que no hablaron de internas o candidaturas, la intención fue delinear una planificación para trabajar a fin de alcanzar un consenso. Con el líder del Frente Renovador estuvo en 2013, 2015 y 2017 y ahora, vuelven a coincidir en la necesidad de generar un frente de unidad nacional. Aunque los pronósticos indican que irían por el mismo espacio, nada está confirmado.

Tal es así, que además de Massa, también se encontró con Miguel Ángel Pichetto, quien lo llenó de elogios y aseguró que tenía una “lucidez extraordinaria”. Pese a que tanto Pichetto, como Massa, como Juan Manuel Urtubey, quieren presentarse en una interna para representar a Alternativa Federal en las presidenciales, hay quienes reconocen que Lavagna no lo aceptaría y que una condición fundamental para cerrar con ese espacio es ser candidato único, postura a la que ya se opuso firmemente el gobernador salteño.

Lavagna es uno de los candidatos que mejor mide en las encuestas después de Macri y Cristina, y busca es abrir el juego a los sectores disidentes que no se reconocen dentro de esas dos grandes fuerzas. Así lo reconoció cuando vio al gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz, a quien también se acercó para intentar sumarlo a sus filas. “La conversación giró en torno de que hace falta una propuesta de unión nacional en este año electoral, y que ninguno de los candidatos más importantes representa esa propuesta”, sostuvo.

Además de reunirse con los peronistas y el socialista, también se juntará el sábado con el gobernador de San Juan, Sergio Uñac, que irá por su reelección el 2 de junio. Esto significa un claro guiño al kirchnerismo, en la búsqueda por achicar distancias. Uñac forma parte del Frente para la Victoria, mantiene lazos con el sector más cercano a la expresidenta y fue uno de los primeros con quienes Lavagna generó contacto allá por 2018.

Por otra parte, el histórico dirigente camionero de la CGT, Hugo Moyano, pieza fundamental en el armado político en el escenario electoral, confió en un programa televisivo que trabaja por la candidatura de Cristina pero también llenó de cumplidos a Lavagna. Lo mismo hizo su hijo Pablo, quien en enero le dió su visto bueno: “Nadie puede cuestionar su trayectoria", aclaró.

Lavagna también espera seducir a los radicales desencatados del macrismo. Ya se reunió con Ricardo Alfonsín, que respalda a Martín Lousteau como candidato, con quien Macri tuvo roces en el último tiempo por su intención de ir a una interna presidencial. Así, el desafío más grande del exministro de Economía será ubicar entre sus aliados a la mayor cantidad de opositores posibles, abrazando no sólo del peronismo, sino a representantes de otras banderas políticas.