El peronismo es la contracara del triunfo de Cambiemos. Cristina perdió en la tierra peronista por excelencia, la provincia de Buenos Aires, pero es la opositora con más votos; varios de los gobernadores "amigables” con el Gobierno resultaron derrotados, entre ellos el cacique salteño, Juan Manuel Urtubey; y el aura de Vidal le diseccionó los puntos necesarios para ganar a Sergio Massa, que se supo perdedor hasta en su propia "patria”, el partido de Tigre. El peronismo tuvo ayer un día negro, quizás algo que no veía desde 1983, sin contar las elecciones presidenciales del 2015.

La jornada electoral que se vivió ayer fue totalmente diferente a la del 13 de agosto en las PASO. No solamente por la velocidad en la carga de datos. El peronismo tuvo una jornada negra en donde la gran incógnita es quién, cómo y cuándo liderará al partido fundado por Juan Domingo Perón a mediados de siglo. El desafío es mayúsculo.

Cristina dejó entreabierta la puerta para liderar el peronismo. No lo dejó explícito, pero quedó flotando la idea en el microestadio de Arsenal de Sarandí. Su caudal político no es menor, aunque parece insuficiente: tiene 3.348.210 votos para sentarse a discutir en la mesa de la "reunificación”. Un caudal de sufragios nada despreciable.  Habrá que ver hasta donde juega el aforismo de "con el kirchnerismo no alcanza pero sin el kirchnerismo no se puede”. Las estadísticas tienen un ítem importante: CFK perdió su primera elección desde 1989. Sin embargo también se plantea una incógnita sobre la estrategia que utilizó la ex mandataria para estas elecciones: si las PASO eran necesarias en la provincia de Buenos Aires ¿cómo se explica lo de Santa Fe? allí el PJ perdió.

En el caso de algunos gobernadores es paradójico. El salteño Juan Manuel Urtubey era un candidato al que no le sobraban ni le faltaban "credenciales” para sentarse en la discusión. De postura "dialoguista” con el Gobierno, pagó caro la mimetización con Cambiemos: el candidato de Macri, Martín Grande, revirtió la elección en las PASO y dejó en un terreno incierto al gobernador salteño. Uno de los gobernadores peronistas que salió fortalecido fue Adolfo Rodriguez Saá, quién se anotó una remontada histórica en San Luis.

La gran incógnita es quién, cómo y cuándo liderará al partido fundado por Juan Domingo Perón a mediados de siglo.

Sergio Massa perdió bastante capital político desde el triunfo resonante del 2013: allí rozó el 45% de los votos. Pasaron dos elecciones y caudal de votos se redujo drásticamente: ayer llegó al 11.03% y perdió 16 bancas en el Congreso, las mismas que logró cuando dió el batacazo en la Provincia. Hay un dato todavía más paradójico: 1País quedó en tercer lugar, detrás de Cambiemos y Unidad Ciudadana en Tigre, su bastión por excelencia.

Desorientado y dividido: busca el peronismo sobrevivir después de la derrota en todo el país

El peronismo en sus más de setenta años fue dado por muerto varias veces. Sin embargo, la particularidad reside en que tiene enfrente a Cambiemos, un animal que no estaba en el zoológico.