La música de fondo se diluyó, las luces de fondo del anfiteatro se apagaron y la puesta en escena indicó el final del primer debate presidencial, que tuvo lugar en la Universidad del Litoral, en Santa Fe. Los seis candidatos a presidente debatieron durante dos horas: en el encuentro hubo más cruces y chicanas que propuestas de campaña.

Ante la pregunta de quién resultó victorioso entre Mauricio Macri y Alberto Fernández, los analistas políticos coincidieron -en su mayoría - en que hubo un “empate técnico” entre ambos.

Además, los especialistas políticos indicaron que Roberto Lavagna, tercero en cantidad de votos en las PASO, no tuvo una actuación "descollante", al igual que los otros tres aspirantes al Ejecutivo nacional, José Luis Espert, Nicolás del Caño y Juan José Gómez Centurión.

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Cero a cero

Si fuese una pelea de box, Alberto Fernández fue el primero que intentó domar el ring. En la presentación, el candidato del Frente de Todos expresó que “hace cuatro años hubo otro debate, y en ese debate alguien mintió mucho, y otro dijo la verdad”. Para el compañero de fórmula de Cristina Kirchner, el primero de esa frase era Mauricio Macri. “El que dijo la verdad hoy está sentado en primera fila de este salón”, dijo en relación a Daniel Scioli, uno de los dirigentes invitados.

Macri tampoco se quedó de brazos cruzados. En el eje temático Relaciones Internacionales, el Presidente indicó que “la expresidenta Kirchner condecoró con la Orden de San Martín al dictador Maduro, nosotros hemos reconocido al presidente Guaidó”. Y agregó: “No puede haber doble discursos, o se está con la dictadura o se está con la democracia, y la neutralidad es avalar la dictadura”.

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“Alberto estaba más suelto, el menos obligado al libreto, pero, a la vez, era el que más podía perder si se equivocaba”, describió el analista Julio Bárbaro. Para el periodista Marcelo Bonelli, con estos cruces los dos candidatos apuntaron a “consolidar su discurso”.

debate

Foto: NA

Las chicanas siguieron: Macri pidió que el Frente de Todos “se anime a hablar de corrupción”, mientras que Alberto criticó la gestión económica. “Dejaste cinco millones de pobres”, le expresó.

Propuestas y cierre

Entre las (pocas) propuestas que hubo, Macri volvió a referirse a su Plan Nacional de Educación, al mencionar que “todos los alumnos tendrán acceso a Internet”. “Sin importar de dónde sean ni a que escuela vayan”. El candidato del Frente de Todos, por su parte, remarcó su posición a favor de la despenalización del aborto y volvió a anunciar la creación del Ministerio de la Mujer, la Igualdad y la Diversidad.

Sin obviar el cierre de Macri -con el latiguillo hecho viral: “volvió el dedito acusador”- el fin del debate dejó más sinsabores que certezas. Así lo describió Rosendo Fraga: “Si le preguntás al entorno de Macri te va a decir que ganó Mauricio, y al revés lo mismo. No hubo nada excepcional que determine un ganador”, expresó.

El resto, sin diferencias

Las expectativas de los analistas políticos también estaban radicadas en la actuación de Lavagna, líder de Consenso Federal. Sin embargo, el ex ministro de Economía no se destacó de los demás candidatos. “Le faltó contundencia”, expresó Clarín, en su línea editorial.

Distinta fue la opinión sobre José Luis Espert, quien criticó -durante varios pasajes- a sindicalistas como Hugo Moyano y Roberto Baradel. “Fue el más suelto”, opinaron varios analistas. En la previa, el economista (quien registró el minuto a minuto del debate en su Twitter) se dio un afectuoso saludo con el Presidente.

Del Caño, por su parte, pidió un minuto de silencio por “los reprimidos en Ecuador”. Y Gómez Centurión, con varios problemas de reloj, remarcó su posición anti-aborto. Uno de los furcios de la noche no fue de los candidatos sino de una moderadora: María Laura Santillán dijo que los candidatos tenían 30 minutos para dar su opinión, en vez de 30 segundos.

La foto final. NA

El primer debate terminó sin una definición clara entre ganadores y perdedores. La espera no es (tan) larga: en seis días los seis candidatos se volverán a ver las caras. Esta vez, en la Facultad de Derechos de la Universidad de Buenos Aires.