Luego de un alud de derrotas provinciales, la marca Cambiemos comenzó, muy lentamente, a sacar la cabeza del fondo del mar. Los responsables del despertar de la coalición oficialista han sido los caciques radicales, que le entregaron a Mauricio Macri los primeros éxitos electorales.

Al buen desempeño de los discípulos del gobernador Gustavo Valdés en las legislativas de Corrientes se sumaron este domingo Alfredo Cornejo y Gerardo Morales, al obtener inobjetables triunfos en Mendoza y Jujuy, respectivamente. Con el liderazgo en sus distritos refrendado, ambos mandatarios viajarán en la semana a la Ciudad de Buenos Aires para mostrarse junto al presidente y negociar la vicepresidencia.

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Tras ratificar la pertenencia a Cambiemos en la Convención de Parque Norte, Cornejo, titular del partido, exigió discutir la estrategia para los comicios mano a mano con Macri, con la misma máxima que pregonan Marcos Peña y Jaime Durán Barba: impedir el retorno al poder de Cristina Fernández de Kirchner.

Para ello, el gobernador mendocino creó una comisión con el objetivo de debatir, de acá al 22 de junio (cierre de listas), qué lugar ocupará el partido en la estructura electoral de la coalición. Enterrada la posibilidad de ampliar la alianza a dirigentes peronistas y socialistas, en la semana mantuvo una reunión con Marcos Peña en la que delinearon los pasos a seguir. Por su parte, Valdés hizo lo propio con Macri.

El objetivo del radicalismo es consensuar un candidato orgánico para secundar al primer mandatario en la boleta presidencial. Según consignó Jorge Fontevecchia en Perfil, la mesa chica del PRO escuchó la sugerencia de Emilio Monzó y determinó ofrecerle ese lugar a Ernesto Sanz, uno de los pilares para la constitución de Cambiemos en 2015.

Pero el excandidato a presidente rechazó la propuesta, alegando estar retirado de la gestión pública. Sin embargo, mientras aguardaba los resultados en Mendoza, el diputado nacional Luis Petri manifestó su deseo de que revierta la decisión, al calor de las necesidades electorales. "Me parece que Ernesto es un potencial vicepresidente con todas las letras", sostuvo. 

En este escenario, Cornejo y Morales desembarcarán en la Casa Rosada para hacer valer sus pedidos, con el impulso de haber sido respaldados en las urnas. Algo que, desde el inicio del año electoral, no han logrado los candidatos del PRO. Pese a que Marcos Peña, en la semana, les haya marcado la cancha ante sus reclamos, al asegurar que "la decisión final la toma el presidente".