Frente al debilitamiento creciente de la Unión Europea, golpeada por la salida de Gran Bretaña; el retiro de Ángela Merkel de la política alemana; el estallido social que atraviesa Francia y el avance de la ultraderecha en Italia; surge una nueva posibilidad para Argentina para lograr acuerdos comerciales.

Esta semana otro ítem se sumó a la lista de problemas que encara la comunidad política, luego de que el martes el Parlamento británico rechazara de manera aplastante el Brexit y que centenares de personas desfilaran en Londres para denunciar la austeridad y reclamar elecciones generales anticipadas para la dimisión de Theresa May.

Varios de los principales países que integran la UE, los de mayor peso político, también atraviesan internamente algunas dificultades.

Tal es el caso de Francia, que desde octubre de 2018 tiene en sus calles a los "chalecos amarillos”, el fuerte movimiento de protesta, que ahora se extendió a otros países como Bélgica, Países Bajos, Alemania, Suecia, Reino Unido, Irlanda, Canadá, Grecia, Italia, Israel y España, y que reclama el aumento de los salarios y la renuncia del presidente Emmanuel Macron.

En la misma línea, la canciller alemana, Angela Merkel, anunció que en 2021 renunciará a la reelección de su cargo como presidenta de la Unión Cristianodemócrata y a su escaño en el Parlamento, lo que representa un duro revés para su Gobierno, que arrastra varias crisis desde que inició en marzo su cuarta legislatura.

El desempeño económico del país germánico en 2018, fue el más débil en cinco años, además de enfrentar una caída significativa de la expansión, con la tasa anual más baja desde la crisis europea de endeudamiento.

Las políticas de inmigración también se transformaron en un eje central a tener en cuenta por la UE. El racismo, la intolerancia y los mensajes discriminatorios contra los refugiados, se extendieron a gran velocidad por toda la región.

Tal es el caso de Italia, en el que el Ministro del Interior, Matteo Salvini, emergió como uno de los principales referentes políticos y popularizó consignas xenófobas además de su posicionamiento por el cierre de fronteras, lo que afecta a gran parte de los países de Europa.

En este contexto de múltiples tensiones, crece la posibilidad de que cada uno de los países de la UE precisen en lo económico o en lo comercial avanzar en los acuerdos bilaterales con los países de América del Sur

Para eso, es necesario que el Mercosur se rompa. Las políticas del presidente Mauricio Macri en Argentina y de Jair Bolsonaro en Brasil, van en esa línea y buscan juntos fomentar las relaciones bilaterales con Europa.

Macri ya se anticipó a esto, y en 2016 Argentina participó como observador de la Alianza por el Pacífico, un mecanismo de integración económica abierto al libre comercio. El documento firmado por los países conformantes, admitía la promoción de las relaciones comerciales con Gran Bretaña y el resto de Europa. 

En ese sentido, el gobierno argentino ahora está tratando de abrirse a esos mercados. Hoy, el secretario de Gobierno de Agroindustria, Luis Miguel Etchevehere, aseguró que participará en la 84° edición de la Semana Verde Internacional en Berlín, con el fin de apostar al desarrollo de Argentina en el mundo.