"El Gobierno es una circunstancia, yo actúo y decido de acuerdo a mis convicciones". Con esa definición, el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Carlos Rosenkrantz, se desmarcó de las recurrentes acusaciones contra su supuesta parcialidad en favor del Ejecutivo nacional cuando debe fallar en expedientes con implicancias políticas.

En una entrevista que le concedió a Perfil, esquivó la solicitud del cuerpo al Tribunal Oral Federal 2 por la causa Vialidad Nacional y se refirió a las diferencias con sus compañeros cortesanos.

Desde que asumió al frente del máximo tribunal, el 1 de octubre de 2018, el jurista siempre aportó sentencias en consonancia con los intereses de la Casa Rosada -como lo fueron los intentos por declarar constitucional a los índices que utiliza la ANSES para actualizar los haberes jubilatorios o el pago de impuestos a las ganancias por parte de los adultos mayores- pero en todas las ocasiones su voluntad fue doblegada por la mayoría que formó el power trío integrado por Ricardo Lorenzetti, Horacio Rosatti y Juan Carlos Maqueda

En un extenso diálogo con Jorge Fontevecchia, en el que se mostró orgulloso tanto por haber defendido en su momento a la Comunidad Homosexual como por su fallo a favor del beneficio del 2x1 para represores de la dictadura militar, aseguró que uno de los principales problemas que rigen la sociedad argentina está representado en los estrechos lazos entre la justicia y la política, los que deterioran la confianza en la seguridad jurídica que ofrece el país. 

"Fue una discusión respecto de cuál era el modo correcto de proceder en la transición. El resultado fue producto de nuestra exacerbada emocionalidad, pero lo doy por superado", afirmó en un pasaje de la nota, en alusión a su disputa con Lorenzetti.

El primer cortocircuito de los tantos que exhibieron el presidente de la Corte Suprema y su antecesor se debió al control del Centro de Información Judicial, un pleito que tuvo consecuencias hasta hace unos meses, cuando el power trío le devolvió al extitular el poder que Rosenkrantz le había arrebatado.

Respecto a la supuesta grieta generada al interior de los integrantes del cuerpo, consideró que pese a exponer desacuerdos importantes en sentencias trascendentes, el colectivo tiene muchos acuerdos. 

En relación al kirchnerismo, pidió soslayar el pedido de la Corte al TOF 2 para revisar la primera causa que vio a Cristina Fernández de Kirchner sentada en el banquillo y cargó contra el precandidato presidencial, Alberto Fernández, por su frase en la que apuntó contra distintos jueces federales. "Sus afirmaciones fueron un poco ambiguas y no muy felices", disparó.