Con guiños a Lifschitz y Lavagna como espada, pone primera el peronismo federal en la carrera electoral
Mientras el oficialismo continúa haciendo malabares para mostrar signos de revitalización en la economía y el kirchnerismo juega al misterio analizando encuestas, Alternativa Federal capitalizó el descontento de la sociedad ante los nuevos aumentos de tarifas -lo que se tradujo en una merma en la imagen de Mauricio Macri- y sus potenciales candidatos consolidaron, en las últimas semanas, un raíd mediático que tiene como objetivo apuntalar a la alianza de cara a los comicios presidenciales.
Luego de que Miguel Ángel Pichetto enterrara una eventual unidad con Cristina Kirchner, tanto Sergio Massa como Juan Manuel Urtubey -quienes tendrán una cumbre este martes en Salta- ratificaron sus aspiraciones presidenciales, se diferenciaron de Cristina Kirchner y valoraron la irrupción pública de Roberto Lavagna, quien potenció el ambicioso deseo de desplazar a Cambiemos que tiene el espacio peronista.
Según una encuesta reciente de Synopsis se desprende que, si los comicios presidenciales fueran hoy, a un 33,4% le gustaría que triunfara una nueva alternativa, un 31,9% escogería la permanencia del oficialismo y un 26% se inclinaría por el retorno del kirchnerismo al poder. La relevancia del dato es que es la primera vez que la avenida del medio logra asomar la cabeza en su objetivo de pulverizar la polarización.
En las conversaciones de los caciques de Alternativa Federal se comienza a escuchar cada vez más seguida la frase que alude a un gobierno de unidad nacional. En hechos, la primera daga la tiró el exministro de Economía, al reunirse con el progresista Miguel Lifschitz en su casa de Cariló.
En diálogo con La Nación, Urtubey, quien días atrás se reunió con Juan Schiaretti en Córdoba, dejó entrever las intenciones de expandir la alianza con otros partidos. "Con Lifschitz y el socialismo tenemos mucha sintonía. Tenemos que incorporar a todos los que quieran construir una verdadera alternativa", enfatizó el gobernador salteño, en tanto añadió que "estaría bueno que Lavagna pueda participar" de las PASO.
Por otra parte, apartó cualquier posibilidad de unirse a la expresidenta: "Alternativa Federal y Unidad Ciudadana son dos espacios diferentes que van a competir en las elecciones de octubre".
En este escenario, y a falta de seis meses para el cierre de las listas que competirán en las PASO, el peronismo alternativo se nutre de la falta de garantías que entrega la maltrecha economía, por la que Cambiemos no puede enfocar todos los cañones hacia la reelección, así como del hermetismo que rodea a los feligreses de la líder de Unidad Ciudadana. Y, mientras se pasea por los medios, gana adhesiones.