El kirchnerismo se encuentra en una encrucijada por la difícil situación que atraviesa Venezuela. El país que preside Nicolás Maduro sólo se sostiene por el control del oficialismo de las fuerzas militares y la compra de petróleo por parte de Estados Unidos, el principal comprador del crudo venezolano. El editorialista Joaquín Morales Solá revela en su nota dominical que en las próximas semanas podrían llegar desde Caracas malas noticias para el partido de Cristina Kirchner.

Según el columnista de LaNación, el 65% de los argentinos creían que el presidente Macri debía intervenir y tomar postura respecto a Venezuela. Sin poder resignar un voto de cara a los comicios, el presidente argentino optó por avalar la presidencia de Juan Guaidó y reforzar los calificativos negativos hacia Nicolás Maduro, hoy acusado de dictador por Estados Unidos y los países que se agruparon detrás de la superpotencia.

El kirchnerismo optó por un ambivalente silencio respecto a la situación venezolana. Por un lado, las primeras filas, entre las que obviamente figura la expresidente, optaron por no expresarse. Después, entre los segundos, figuran dos facciones: una primera que remarca que lo de Maduro es insostenible, pero que tampoco se puede optar por un presidente elegido desde la Casa Blanca como Guaidó, lo que constituiría un golpe de estado y un ataque a la soberanía nacional; y una segunda que directamente apoya la continuidad de Maduro, pese a los altos niveles de pobreza, hambre y delincuencia.

En ese sentido, Morales Solá argumenta que, a modo de excepción, el kirchnerismo actuó con coherencia. "El kirchnerismo cometió una excepción: fue coherente. El apoyo al régimen dictatorial de Nicolás Maduro forma parte de la biografía de los Kirchner y de su insalvable destino”, asegura.

JMS: "El camino del kirchnerismo terminaba en una crisis política y económica parecida a la de Venezuela"

En tanto, a lo largo de su escrito, sostiene que el giro político del 2015, es decir, la victoria de Mauricio Macri, salvó a la Argentina de convertirse en Venezuela, trazando un paralelismo entre los precios del barril de crudo y la tonelada de soja. "El camino del kirchnerismo, guste o no, terminaba en una crisis política y económica parecida a la que padece ahora Venezuela. Ese camino giró dramáticamente en 2015, y salvó al país del destino venezolano, cuando cambió el gobierno argentino. Se puede estar de acuerdo o en desacuerdo con Macri, pero no se le puede negar esa conversión decisiva de la política local”, subraya.