La maraña política que ocasionó la sesión de expulsión de Edgardo Kueider del Congreso no sólo distanció al PRO aún más del Gobierno, sino que cargó de barro el pantano en el que habita la relación entre Javier Milei y Victoria Villarruel. Después de que el Presidente y su entorno apuntaran contra la Vice por infringir las normas del Senado al llevar adelante la sesión especial en un momento en que debía estar ejerciendo el Ejecutivo por ausencia del líder libertario, la decisión oficial sería no avanzar con el pedido de nulidad del debate.

Aunque Milei aseguró que todo el trámite fue "inválido" por cuestiones formales con las que no cumplió Villarruel, La Libertad Avanza insistirá en promover la salida de otros senadores y diputados que tienen causas pendientes en la Justicia, para que les quepa el mismo sayo que al representante por Entre Ríos detenido en Paraguay por presunto contrabando.

Al parecer, los señalamientos contra la compañera de fórmula y presidenta de la Cámara alta se quedarán en el terreno de las redes, los medios y el escarnio público. Según trascendió, en Casa Rosada consideran que una medida formal podría complicar la imagen de toda la administración libertaria.

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"No se puede hacer lo que hizo la doctora Villarruel", expresó el Presidente, quien se encuentra de visita en Italia. "Si yo estoy de viaje, automáticamente queda a cargo del Ejecutivo la vicepresidenta. Lo que ocurre en este caso es que si Villarruel preside la sesión del Congreso está trabajando en el poder Legislativo al mismo tiempo que es Presidenta interina de la Nación. Está ocupando dos cargos y eso violenta la división de poderes", enfatizó Milei, quien, no obstante, señaló: "Todos queremos a los Kueider afuera".

Mientras tanto, desde el entorno vicepresidencial consideraron que se trató de una búsqueda por exponer y dejar mal parada a su número dos, con quien tiene un vínculo extremadamente tenso y distante hace tiempo.

Ella le echó la culpa a la "falta de comunicación" derivada de los resquemores de su círculo más cercano hacia su persona, mientras que el economista tomó el guante y argumentó en su contra de manera directa, aunque todos perjuran que no hubo malas intenciones en el accionar de un lado y otro, pese a que se miran mal. El cruce incluyó la exposición de chats para demostrar que Villarruel estaba debidamente notificada.

Este nuevo enfrentamiento interno se desató por el descontento que reinó en Balcarce 50 tras la expulsión de Kueider, quien se encuentra con prisión domiciliaria en Asunción luego de que intentara cruzar la frontera con más de USD 200.000 sin declarar. Sucede que el senador accedió al recinto a través del sello Frente de Todos (actual Unión por la Patria) en 2019, por lo que, ante su salida, debe ser reemplazado por la kirchnerista Stefanía Cora.

Desde el oficialismo promovían solamente una suspensión al legislador, pero su exclusión finalmente fue avalada ampliamente, incluso con apoyos de La Libertad Avanza y el PRO, por 61 votos positivos, 5 negativos y 1 abstención.