Finalizado el convulsionado martes, que contó con la disertación de Mauricio Macri ante las Naciones Unidas -y una posterior conferencia de prensa junto a su ladero Nicolás Dujovne-, la renuncia de Luis Caputo al Banco Central y un paro nacional de actividades, este miercoles se retomará la discusión del Presupuesto 2019.

En la reanudación del debate, que el jueves pasado se exhibió acalorado con la presentación del proyecto que realizó el ministro de Hacienda, será el turno de asistir para el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, quien buscará acercar posiciones y disuadir a los detractores de la norma.

La principal espada de consenso con la que cuenta el oficialismo, que hace una semana compartió un cónclave con gobernadores opositores -toda una declaración de principios-, sostuvo que el Ejecutivo está dispuesto a "discutir y escuchar propuestas superadoras".

La Ley de leyes que busca aprobar el Gobierno para el año entrante estipula una caída de 0,5% en la actividad económica, un aumento en el índice de precios al consumidor del 23% y un dólar -en promedio- a $40. 

Macri cuenta con un crédito de credibilidad muy escaso, ya que el Presupuesto 2018 había establecido un aumento del PBI en un 3,5%, una inflación del 15% y un dólar a $19,3. Sin embargo, es probable que haya una caída del 2,4% en la economía, la inflación rondará el 45% y el dólar merodea los $40. 

El Ejecutivo pretende obtener un dictámen positivo el miércoles 10 de octubre, para llevar la discusión al recinto antes de que finalice el mes y sea aprobada antes de la Cumbre del G20.

A la espera del acuerdo con el FMI, asume Frigerio la discusión del Presupuesto en Diputados

No obstante, la puja por la norma en la Cámara Baja se da en medio del debate en el Senado por el Consenso Fiscal, que dejará asentadas, entre otras cosas, las cargas impositivas con las que deberán lidiar las provincias.

Con la vuelta de Macri al país, y a la espera del anuncio por el nuevo convenio con el Fondo Monetario Internacional -se llevaría a cabo mañana, objetivo por el que Dujovne permanece en Nueva York-, el oficialismo comienza a delinear la recta final del año, bregando porque no culmine de manera caótica.