En la recta final rumbo a la segunda vuelta presidencial, Sergio Massa llevará su compromiso de protagonizar "un Gobierno de unidad con los mejores" desde el 10 de diciembre a dos provincias que han sido menos afines al kirchnerismo en los últimos años: Córdoba y Santa Fe. La semana que culminará el próximo domingo en el debate mano a mano con su contrincante libertario, Javier Milei, iniciará con una recorrida por la zona central del país, donde las elecciones generales le fueron más adversas al candidato de Unión por la Patria.

En ambas provincias, Massa quedó relegado del primer lugar en los comicios del 22 de octubre, por lo que esta vez concentrará parte de su recta final en recabar más votos, en lugar de enfocarse en el norte, donde los esfuerzos previos a la primera vuelta rindieron buenos frutos.

Entre el lunes y el martes, el postulante oficialista intentará calar en el centro del país con su promesa de “superar la grieta”, que en las últimas semanas se convirtió en una de las claves de su campaña: "Se viene una nueva etapa en la Argentina". Su equipo de campaña diseñó una agenda intensa para la semana que concluirá con la participación en el debate presidencial del próximo domingo en la Facultad de Derecho de la UBA, en la Ciudad de Buenos Aires.

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En Santa Fe, que representa casi el 8% del padrón, el aspirante presidencial más votado hace dos semanas fue Milei, con algo más del 32%, mientras que el ministro de Economía quedó -con algo más del 29%- en el segundo lugar. La intención es apuntar ahora a quienes en esa ocasión optaron por Patricia Bullrich (casi un 27%), Juan Schiaretti (9%) o Myriam Bregman (casi 2%).

En el caso de Córdoba, la adversidad puede ser mayor, ya que ahí Massa quedó relegado al cuarto lugar en las generales, al obtener alrededor del 13% de los sufragios, frente al liderazgo del candidato de La Libertad Avanza con un 33%. 

En la provincia mediterránea, que nuclea a algo más del 8,5% de los votantes del país, el gobernador local cosechó 29%, la líder del PRO 22% y la representante de la izquierda poco más del 1%. A los votantes de estos tres candidatos, que quedaron fuera de carrera, además de a quienes no concurrieron a las urnas, apuntará el aspirante oficialista para seguir ampliando su diferencia de 7 puntos sobre Milei, a quien venció en las generales pero no le alcanzó para consagrarse sin necesidad de un balotaje.

A diferencia de la campaña para la primera vuelta, Unión por la Patria esta vez no focalizará sus actividades proselitistas en la región norte, donde el oficialismo logró sumar cientos de miles de votos que fueron determinantes en la recuperación respecto a los resultados de las PASO.

En este tramo de la campaña electora, donde sólo quedan dos semanas para la definición final, Massa irá en busca de conquistar a los santafesinos y los cordobeses. En este último caso, se trata de un electorado complejo porque, a priori, está compuesto por votantes reacios a inclinarse por el kirchnerismo, debido a su impronta y tradición radical, o de peronismo disidente.

Massa en parte de sus actos de campaña antes de la elección general del 22 de octubre (Foto: NA).

Según su círculo de allegados, la carta que manejará Massa en, quizá, el terreno más hostil del país, es su perfil de dirigente moderado, dialoguista, pero con firmeza en la gestión. En esa línea, probablemente intentará retomar y destacar su pertenencia al espacio político creado por él mismo en 2013, el Frente Renovador, que surgió de su entonces distanciamiento con Cristina Kirchner.

En las últimas semanas, y a pesar de sostener que tiene buena relación tanto con la Vicepresidenta como con el actual mandatario, Alberto Fernández, el candidato oficialista remarcó su independencia política con algunas frases como “No tengo jefes” y “a partir del 10 de diciembre, será mi Gobierno”.

"La grieta se murió. Conmigo, la grieta se termina el próximo 10 de diciembre. Voy a convocar a la unidad nacional con un gobierno de los mejores", resaltó Massa el domingo en que se consagró triunfador en la primera vuelta electoral con un 37% de los votos, frente a casi un 30% de Milei.

Recorrida en Córdoba

Con ese perfil de unidad y fin de la grieta, el ministro y candidato arrancará su recorrido por el centro en Río Cuarto, donde se reunirá con el intendente Juan Manuel Llamosas, afín a Schiaretti. Además, Massa visitará la localidad de James Craik, antes de arribar a la ciudad de Córdoba para el acto político por la noche en el club General Paz Juniors.

El titular del Palacio de Hacienda recibió en las últimas horas un gesto de distancia por parte del gobernador, quien lo responsabilizó por el proceso de juicio político a la Corte Suprema. Sin embargo, en paralelo, el aspirante presidencial sigue sumando apoyo desde las bases peronistas cordobesas, como también de dirigentes, intendentes y legisladores provinciales.

Visita a Santa Fe

El martes, Massa se trasladará a la provincia de Santa Fe, luego de una mala elección en las PASO que luego mejoró mucho en la general. La coalición oficialista tiene una relación con vaivenes con esta jurisdicción, también clave por el peso enorme de su estructura agropecuaria y agroindustrial.

En ese sentido, el secretario de Agricultura y hombre de confianza de Massa, Juan José Bahillo, salió el sábado último al cruce de una versión que indica que si Massa ganara las elecciones podrían subir los impuestos al campo.

Bahillo fue tajante en la desmentida: “Sergio Massa está pensando en bajar impuestos al sector agropecuario y no en subirlos. Quiero llevar tranquilidad a los productores”.

Según medios santafesinos, el PJ local ya prepara la llegada del candidato de Unión por la Patria, que incluiría en su agenda una visita al aeropuerto y el Parque Industrial de Sauce Viejo y un acto en la Universidad Tecnológica del Litoral (UTN).