Buenos Aires, 6 de abril de 2023 - Según el Índice de Confianza en el Gobierno que elabora la Universidad Torcuato Di Tella, 2 de cada 3 argentinos creen necesaria una renovación política. La medición que el observatorio de esa casa de estudios hace de la representatividad mostró una caída de más de 20 puntos en los últimos doce meses.

A la hora de las demandas, los encuestados hacen foco en la necesidad de encontrar políticos “jóvenes” y evitar dirigentes que estén hace rato trajinando departamentos oficiales y boletas. 

Parecen ser muy pocos los perfiles que hoy cumplan con esos requisitos o que puedan considerarse parte de una “renovación”.  El caso de Emmanuel Ferrario, vicepresidente primero de la Legislatura porteña, puede considerarse una posibilidad.

"Necesitamos levantar la vara de la política abriendo camino a nuevas caras, a aquellos representantes de una generación nacida en democracia que buscan impulsar nuevos debates", sostiene la joven promesa del PRO, que es de los pocos dirigentes que pueden jactarse de un camino “por fuera” de las estructuras. Es que Ferrario, oriundo de Rafael Obligado, llegó al gobierno porteño a través de Linkedin, la red social para buscar trabajo. Completamente outsider. 

“Soy de los que cree que podemos apuntar a un tipo de política distinta, donde abandonemos los debates en los que estamos encerrados hace décadas y nos proponemos pensar qué futuro queremos. Esa es la política por la que me propongo construir”, sostiene este líder sub-40 que piensa la política desde su lugar de joven, impulsando proyectos como los seguros de caución financiados por la municipalidad para los jóvenes que no pueden conseguir un alquiler. 

En los últimos meses, el joven vice de Horacio Rodríguez Larreta se reunió varias veces con vecinos que descreen de la capacidad de transformación de la política. Él, sin embargo, está convencido de encarnar la alternativa buscada. “Somos una generación que no le tiene miedo a incomodar y descolocar”, afirma, y se planta a responder y fundamentar por qué eligió el camino en el que sus contemporáneos ya no confían.

Uno de los conceptos en los que le gusta ahondar es el que explica que, dado que los jóvenes de hoy vivirán las políticas a largo plazo, deben estar involucrados en pensarlas. “Representamos una generación con ideas y que tiene toda la fuerza que se necesita para plantear estos debates con seriedad. Es cierto que no es sólo por la edad, es porque sabemos que nos queda todo un futuro por delante y queremos vivirlo de una forma distinta”, afirma Ferrario.