"Es probable que podamos ganar en la primera vuelta": Milei cerró su campaña con un acto desbordante de liturgia libertaria
En el Movistar Arena, el candidato de La Libertad Avanza pidió el voto de quienes no acudieron a las urnas en las PASO para que Argentina ponga fin a su "modelo empobrecedor". Antes de su discurso, su asesor Benegas Lynch sugirió "suspender las relaciones diplomáticas con el Vaticano".
Con un acto desbordante de liturgia libertaria, Javier Milei cerró este miércoles su campaña presidencial en el Movistar Arena, en el barrio porteño de Villa Crespo, y convocó a votar el próximo domingo a los ciudadanos que no lo hicieron en las PASO de agosto último para “dejar de lado el modelo empobrecedor de la casta política” y “hacer que Argentina vuelva a convertirse en una tierra de esperanza". “Es probable que ganemos en la primera vuelta”, auguró el candidato de La Libertad Avanza.
Flanqueado por los más importantes referentes de su espacio opositor, el diputado insistió en su pedido para que “todos” concurran a las urnas el domingo. “No nos quedemos en casa. Llevemos a nuestros hijos, a nuestros amigos. Tenemos una oportunidad histórica para cambiar este modelo empobrecedor, pero solo será posible si el triunfo es liberal”, arengó.
“Si ustedes quieren cambiar este sistema decadente, quiero pedirles que me acompañen con el voto, pero no para darme el poder, sino para que yo les pueda devolver a ustedes el poder de construir su propio destino. El domingo tenemos la oportunidad para que nuestro suelo deje de ser tierra fértil para los políticos corruptos y sí lo sea para la gente que tenga ganas de progresar”, enfatizó.
En un acto cuyo lema fue “La única solución”, y en el que Milei interrumpió varias veces su discurso para entonar las canciones que se han hecho características de su fuerza política, el economista llamó “a poner freno a los políticos ladrones y empobrecedores de siempre”, y subrayó, como lo ha hecho en varias oportunidades, que este modelo conduce a la transformación de Argentina en “la villa miseria más grande del mundo”.
“Este modelo destruyó nuestra moneda y construyó más de 20 millones de pobres. Pongamos un freno a los políticos chorros que quieren mantenerlo. Hagamos que este momento histórico sea un punto de inflexión”, destacó antes de entonar “La casta tiene miedo… La casta tiene miedo”.
En ese sentido, incluyó como integrantes de “la casta” a “los políticos ladrones, a los empresarios prebendarios, a los sindicalistas que entregan a sus trabajadores y a los periodistas ensobrados”. “Ellos son los que se benefician con este modelo. Por eso, a la gente que no quiere que esta situación cambie le digo que no nos vote y que opte por el resto de las fuerzas políticas” que se presentan en estas elecciones, comentó.
“Nuestra idea es volver a abrazar las ideas de la libertad. Los únicos que se van a caer al precipicio son ustedes, los chorros de la casta política”, insistió, mientras sus seguidores cantaban “Primera vuelta, la puta que lo parió” y “El domingo cueste lo que cueste, el domingo tenemos que ganar”, arengados por el economista.
En el escenario acompañaron a Milei la plana mayor libertaria: su compañera de fórmula, Victoria Villarruel; la postulante a gobernadora bonaerense, Carolina Píparo, y el aspirante a jefe de Gobierno porteño, Ramiro Marra, así como los candidatos a diputados Alberto “Bertie” Benegas Lynch, Marcela Pagano, Lilia Lemoine, Oscar Zago y Diana Mondino, entre otros.
También se subió su hermana y líder de la campaña, Karina Milei, a quien el legislador llama “El jefe”, y David Martínez, “El Dipy”, candidato en La Matanza y quien hace tiempo no aparecía en la escena pública.
El acto abrió con el discurso de Benegas Lynch, un “prócer” del ganador de las PASO, quien, después de señalar que “a partir del domingo” a Milei se lo llamará “señor Presidente”, se metió sin preámbulos en un tema que es muy espinoso en La Libertad Avanza. “Habría que suspender las relaciones diplomáticas con el Vaticano mientras en la cabeza de la Santa Sede prime el espíritu totalitario”, puntualizó el también economista.
La definición de Benegas Lynch causó algo de sorpresa, ya que el propio Milei, en el primero de los dos debates presidenciales, reconoció haber pedido “disculpas” por sus descalificaciones hacia el Sumo Pontífice y reiteró que, en caso de imponerse en los comicios, eventualmente recibiría al Papa “como corresponde hacerlo con la máxima autoridad de la Iglesia Católica”.