El Ejecutivo nacional convocó a las autoridades del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires a una “reunión de trabajo” con la intención de discutir “las competencias en materia de regulación, fiscalización, recorridos, frecuencias y tarifas” de 32 líneas de colectivos que circulan dentro de los límites de la Capital Federal. Después de que la Legislatura de la provincia de Córdoba reclamara la inequidad en materia de transporte entre el distrito que gobierna Horacio Rodríguez Larreta y el resto del país, la Casa Rosada intentará que alrededor de los $14.600 millones que destina a subsidiar esas líneas se redistribuyan entre las otras 23 jurisdicciones del país a través del Fondo Compensador al Transporte Público.

Se trata de un reclamo que hicieron varios de los gobernadores. Lo cierto es que, con el nivel de subsidios actual, el boleto mínimo en CABA cuesta $18, mientras que en otras ciudades el valor se encuentra alrededor de los $60. Sin embargo, en conversación con El Canciller, el exdecano del Instituto del Transporte de la Universidad de San Martín, José Barbero, advirtió: “El problema no es la Ciudad, es el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), que tiene un tratamiento diferencial”.

Desde Uspallata afirman que asistirán al encuentro convocado por Nación, aunque aún no se estipuló ninguna fecha específica. No obstante, el jefe de Gabinete porteño Felipe Miguel señaló que en caso de generarse el traspaso, “tiene que hacerse con una mirada metropolitana, con mucha rigurosidad”.

Las líneas en cuestión, que circulan hacia dentro de la General Paz y el Riachuelo, son la 4, 5, 6, 7, 12, 23, 25, 26, 34, 39, 42, 44, 47, 50, 61, 62, 64, 65, 68, 76, 84, 90, 99, 102, 106, 107, 108, 109, 115, 118, 132 y 151.

La cuestión de los subsidios

“Está demasiado subsidiado el boleto en el AMBA”, opinó Barbero. Actualmente, el total de esa ayuda estatal a los pasajeros la afrontan en partes casi iguales la Nación y la Ciudad –casi $7.000 millones cada uno–. Sin embargo, hasta 2019 –antes de la pandemia–, el Gobierno porteño se hacía cargo del 81%.

En la Rosada buscan que se cumpla la Ley 26.740 de 2012 que solo logró traspasar el subte y el premetro ese mismo año. Al día siguiente, Mauricio Macri –que en ese entonces dirigía el distrito– dispuso un aumento del servicio del 127%. Por eso, surge la incógnita de si, al pasar las 32 líneas a la Ciudad, el Ejecutivo local actuará de la misma forma.

Previendo esa situación, el Instituto para el Desarrollo Social Argentino (Idesa) propuso que en caso de producirse, se mantenga el esquema de tarifa social para las familias de menores ingresos, “e incluso perfeccionarlo”. Su titular, Jorge Colina, habló con El Canciller y explicó: “Si se produce el traspaso, quien tiene que afrontar el subsidio es la jurisdicción: en este caso la Ciudad de Buenos Aires”. Asimismo, sería la encargada de otorgar las licencias y de establecer las condiciones del servicio.

Horacio Rodríguez Larreta, jefe de Gobierno porteño y Alberto Fernández, presidente de la Nación.

El actual esquema contempla ocho categorías de usuarios que pagan la mitad del valor del boleto. Pero el alto nivel de subsidios, según Barbero, “genera un problema”. “Al atrasarse tanto la tarifa con la inflación, se ha diluido este efecto”, sostuvo el experto. Colina, por su parte, añadió: ”En definitiva, es muy poca la diferencia entre la tarifa común y la social”. Por eso, el presidente de Idesa planteó: “Dado que ya hay un esquema de tarifa social, sincerando el precio la tarifa social empieza a operar con mayor efectividad”.

¿Aumentos?

Colina sostuvo que “lo que debería suceder es que el precio del servicio cubra el costo y luego el Estado subsidie a la gente con menos ingresos”. Asimismo, agregó: “Lo que no se debe hacer, y que se hace ahora, es poner un precio por debajo del costo”. Entonces, si hay traspaso, ¿habrá aumento?

Según Barbero, “no necesariamente”. “No va a pasar nada, porque vos no podés tener una línea de jurisdicción nacional con una tarifa, que hace un recorrido que en buena parte se sobrepone con otra provincial o municipal que tenga a su vez otro precio. Ahora va a haber un cuarto jugador más: la Ciudad. Y se van a tener que poner de acuerdo también”.

En efecto, el experto siguió: “Si un pasajero puede tomar cualquiera de dos líneas de colectivo que en buena parte se superponen y le da lo mismo tomarse una u otra, ¿qué va a hacer? Va a tomar la que tiene tarifa menor. No se puede hacer eso al público, tiene que haber un sistema de tarifas unificado”. Por eso, reclamó que “el AMBA tendría que tener una instancia de gestión común” y recordó que actualmente existe la Agencia de Transporte Metropolitano, creada durante la gestión de Florencio Randazzo, “que fue una gran idea pero no se le ha dado mucho juego”.