La ciudad de Rosario volvió a ser noticia este fin de semana por un nuevo crimen espeluznante. En esta ocasión, un exefectivo de Prefectura Naval es intensamente buscado por el asesinato a puñaladas de su madre y el novio de ella, cuyos cuerpos el criminal desechó en bolsas de consorcio. Mientras se investigan los pormenores del caso, el sospechoso se encuentra prófugo y tiene pedido de captura emitido por la Fiscalía Regional.

Fuentes policiales informaron que el hecho se produjo en un domicilio de dos pisos, donde además de la vivienda funciona un almacén, en la calle Vera Mujica al 4800, en la zona sudoeste de esa ciudad santafesina.

El sábado por la noche, los cuerpos de Tamara Marioncini, de 53 años, y de Silvio Rubén Martini, de 65, fueron encontrados en el interior de bolsas de consorcio, con heridas de arma blanca, y desde entonces se busca al presunto asesino. 

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Mauricio Cristian Marioncini, el hijo de 33 años de la mujer, es el principal sospechoso de los crímenes, por lo que la Fiscalía Regional Segunda Circunscripción emitió el pedido de captura. 

Además, solicitó la colaboración de la población para dar con el paradero de este sujeto, quien se escapó por la parte trasera de la propiedad cuando vio que llegaba el Comando Radioeléctrico, que había sido alertado tras un llamado de vecinos al 911.

La investigación está a cargo del fiscal Alejandro Ferlazzo, quien se dirigió al lugar junto con la División de Homicidios de la Policía de Investigaciones para la realización de toma de testimonios y relevamiento de la escena.

Según informó Noticias Argentinas, los vecinos de Marioncini sabían que la mujer era amenazada por su hijo hace tiempo, ya que la se había hecho presente en el domicilio el 13 de diciembre pasado, a raíz de una acalorada discusión que terminó con la incautación de un revolver calibre 22 largo que estaba en el interior del inmueble. 

Los testigos de la mala relación aseguraron que los cruces verbales entre madre e hijo se debían a que el exprefecto le pedía vender la casa y el almacén para saldar una deuda que tenía.