Escándalo en Estudiantes de Río Cuarto: el jefe de prensa estafó a los jugadores y está prófugo
Se trata de Matías Centurión, de 22 años, quien a través de una empresa de criptomonedas habría engañado a las autoridades del club y a los propios futbolistas.
Un verdadero escándalo sacudió este viernes al fútbol argentino. El jefe de prensa de Estudiantes de Río Cuarto, Matías Centurión, está acusado de estafar al club -inclusive a los jugadores- y la Justicia emitió una orden de búsqueda ya que desde este último jueves no se conoce su paradero.
El joven de 22 años condujo vía Youtube el programa oficial del club el miércoles hasta la madrugada del jueves, pero luego, borró todas sus redes sociales y desactivó su celular.
Por la tarde lo fueron a buscar a su casa, a la de la novia y a la de su familia, pero en ningún caso hubo suerte. Por ello, el Ministerio Público Fiscal de Córdoba decretó una orden de captura para dar con su ubicación.
Desde la Unidad Judicial Uno pidieron "colaboración" para hallar al joven y describieron su físico. Su estatura es de 1,70 metros, es de tez blanca y de contextura física delgada, de cabello oscuro con "jopo en la parte frontal" y ojos de color marrón.
"Tiene un tatuaje en el brazo izquierdo que reza CR7 en letra gótica. Toda información puede ser aportada en cualquier dependencia judicial o policial", agregaron.
El vínculo se inició porque Centurión, hincha de Estudiantes, empezó a invertir en el club con el objetivo de ganar un puesto dentro del mismo. Al principio aportó en obras, redes sociales y los recibimientos que le suelen hacer los hinchas a los futbolistas.
Las operaciones las realizaba a través de una empresa de criptomonedas de su autoría, Cypto Defi. De a poco, convenció a los directivos, se convirtió en jefe de prensa y comenzó a recibir depósitos de jugadores y empresarios.
Su marca incluso llegó a ser patrocinador oficial del elenco cordobés. Sin embargo, las preguntas sobre el origen del dinero aparecieron con el desarrollo del tiempo, sin obtener una respuesta clara. Se estima que el valor total de la estafa es de USD 500.000.