El 6 de febrero, cinco agentes de la Policía Bonaerense, sin motivo aparente, atacaron a tiros el Fiat Palio en el que viajaba Matías Paredes y lo asesinaron. Este jueves, la Justicia dictaminó prisiones preventivas y nuevas acusaciones para los implicados, que desde el día del hecho están detenidos en la Unidad Penal N°44 de Batán.

Los efectivos están imputados por distintos cargos. A Juan Molina se lo acusa de ser autor de homicidio agravado, mientras que a Emilio Flores le cabe la misma figura pero en grado de tentativa. Luego, a Javier Masia, Daniel Murray y Julio Rufino Gerez se les achaca una participación primaria en el crimen.

Esta misma semana, el fiscal Alejandro Peregrinelli le había solicitado al juez Juan Tapia, quien subroga en el Juzgado de Garantías N°2 que convierta en prisión preventiva la detención de los cinco agentes. 

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De acuerdo a lo que declararon los efectivos, Molina y Flores habrían disparado luego de haber visto un "objeto plateado" en el auto donde viajaba Paredes. Además, según indicó el medio local 0223, señalaron haber escuchado "una detonación".

Emanuel Astete, el conductor del auto en el que viajaba la víctima, manifestó que, la noche del suceso, policías vestidos de civil bajaron de forma coordinada de dos autos distintos y se dirigieron hacia el Palio. Temiendo que sea un intento de robo, él decidió arrancar para escapar del peligro, y ahí fue cuando les dispararon, por lo menos, siete veces.

A Paredes lo impactaron dos de esas balas. Cuando llegó al Hospital Interzonal General de Agudos, ya estaba muerto y los médicos no pudieron ayudarlo. 

La víctima tenía 26 años al momento de su fallecimiento. Trabajaba como albañil, estaba en pareja con Micaela, y juntos tenían una hija de 3 años. Cuando lo interceptaron los agentes, volvía de la presentación de la nueva camiseta de Alvarado, club del cual era hincha.