Tras el escándalo ocurrido en la residencia de Wanda Nara, que incluyó forcejeos, empujones y el bloqueo de un ascensor, e involucró a sus hijas, Mauro Icardi fue imputado por "hostigamiento agravado" y el fiscal pedirá que se le prohíba el contacto con Isabella y Francesca.

La medida fue adoptada después de que al delantero le labraran un acta contravencional por "hostigamiento, maltrato físico y verbal" el viernes por la noche, luego de irrumpir en el Chateau Libertador, del barrio porteño de Núñez, donde actualmente vive su expareja. 

El jugador había trasladado a su hijas, con quienes se había reencontrado luego de 60 días, por una orden de la Justicia a su favor, a la casa de su madre para librarse de los perros, pero la situación finalizó en hechos sin precedentes.

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El jugador del turco Galatasaray trabó uno de los ascensores y retuvo a las dos menores, lo que generó la intervención de la Policía de la Ciudad y de personal del Sistema de Atención Médica de Emergencia (SAME). "¡Ayúdenla, por favor!", le gritó Nara a uno de los oficiales en medio de la tensa situación.

"Dejame darle un abrazo a mamá. Me siento mal", se le escucha decir a una de las menores, mientras era retenida por su padre, en uno de los videos que se filtraron. El SAME les debió brindar a ambas atención psicológica.

Luego del hecho, Elba Marcovecchio, Lara Piro y Guadalupe Guerrero, las abogadas del delantero, decidieron renunciar a la representación legal, por "diferencias irreconciliables", según lo informado por el periodista Ángel de Brito vía X.

A su vez, el futbolista ya se habría contactado en la mañana de este sábado con un estudio jurídico, para contratar una nueva defensa para su caso. De momento, no habría orden de detención y se investigará si, además, hubo delito de violación del domicilio. Se espera que Nara declare en la semana entrante para esclarecer los hechos.