En la segunda jornada del juicio por la muerte de Diego Maradona, iniciada este jueves a las 9 en el Tribunal Oral Criminal N°3 de San Isidro, se apartó a los abogados Rodolfo Baqué y Martín de Vargas, representantes de uno de los siete imputados en la causa por "homicidio simple con dolo eventual", debido a que se consideró que tienen "intereses contrapuestos".

Con la medida se busca salvaguardar la debida imparcialidad, dado que los mencionados letrados tienen a dos clientes involucrados en el caso: los enfermeros Ricardo Almirón y Gisella Dahiana Madrid, ambos involucrado en causas ligadas a la asistencia al "10" en los días previos a su deceso. Si bien la mujer no está siendo juzgada en este caso, se someterá a un juicio por jurados que se va a realizar más adelante en el año.

Fernando Burlando, representante de las querellantes Dalma y Gianinna Maradona, había calificado el martes pasado como grave la situación de los defensores ahora separados, ante el temor de que existiera un doble rol con imputados en procesos relacionados.

Por este escenario, los jueces Maximiliano Savarino, Verónica Di Tommaso y Julieta Makintach dieron lugar al pedido de apartamiento y aseveraron: "El abogado Baqué afirmó que a Maradona ‘lo mataron’ y que ‘no fue Madrid’ en una causa donde existen siete personas imputadas". Ahora, Almirón será representado por Franco Chiarelli.

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Por otra parte, durante esta segunda jornada las autoridades definieron que el juicio se realizará solo martes y jueves, con la expectativa de que el proceso termine antes de la feria judicial de invierno; y rechazaron el pedido de excluir como prueba la foto del cuerpo de Maradona expuesta en el inicio por el fiscal Patricio Ferrari. Además, denegaron la solicitud de declarar nula una pericia médica ordenada por la defensa.

En este marco, la semana próxima empezarán a declarar algunos de los 192 testigos que se espera que desfilen de aquí a julio. Está previsto que sean los comisarios Lucas Rodrigo Borge y Leonardo Mendoza, y el oficial de policía Lucas Farías, los primeros en haber ingresado aquel 25 de noviembre de 2020 a la casa del country San Andrés en la que falleció Maradona, en el partido de Tigre.

Los imputados sobre los que se busca establecer el grado de responsabilidad y si efectivamente son culpables de del "homicidio" que se investiga son -además de Almirón- el neurocirujano Leopoldo Luque, la psiquiatra Agustina Cosachov, el psicólogo Carlos Díaz, el jefe de enfermeros, Mariano Perroni, el médico clínico Pedro Di Spagna y la coordinadora de la prepaga, Nancy Edith Forlini

Tanto la fiscalía como la querella dejaron asentado en sus primeras exposiciones que consideran que hubo una cadena de negligencias y omisiones que derivaron en el deceso del exfutbolista, quien se encontraba bajo tratamiento médico domiciliario luego de someterse a una cirugía neurológica por un hematoma subdural.

Burlando aseguró durante la primera audiencia que se trató de un "plan inhumano" con la "voluntad deliberada de asesinar", mientras que Ferrari se expresó en el mismo sentido y -para respaldar la posición de la fiscalía- mostró ante los presentes una foto con la que intentó demostrar el estado de notorio abandono en el que estaba el astro al momento de ser encontrado muerto.