Detuvieron a uno de los principales sospechosos por el crimen de Pérez Algaba
Se trata de Maximiliano Pilepich, una de las dos personas que vieron por última vez con vida al comerciante descuartizado, cuyos restos fueron encontrados en un arroyo en Ingeniero Budge.
Maximiliano Pilepich, exsocio de Fernando Pérez Algaba, fue detenido este miércoles por la Policía Federal en la localidad bonaerense de Paso del Rey. Se trata de una de las últimas personas que vieron con vida al empresario asesinado y descuartizado, cuyos restos fueron encontrados en un arroyo en Ingeniero Budge.
La Delegación Departamental de Investigaciones fue la encargada de apresar a Pilepich, a quien le encontraron la camioneta Mercedes Benz G500 que está bajo investigación por haber sido utilizada para trasladar el cuerpo de la víctima.
El comerciante, que permaneció casi tres días prófugo y cuya captura internacional había sido solicitada por la Justicia, se convirtió así en el sexto detenido en el marco de la causa, en la que aún resta localizar al prófugo Nahuel Vargas, la otra persona que vio por última vez con vida a “Lechuga” Pérez Algaba en un predio de General Rodríguez.
Por otra parte, el comisario Héctor Córdoba, de estrecho vínculo con Pilepich y quien se encuentra bajo investigación por su presunta participación en el crimen, fue pasado a “disponibilidad” en la fuerza, mientras la causa se desarrolla.
Córdoba tenía un pedido de detención ordenado por el titular de la Unidad Funcional de Instrucción 5 de Lomas de Zamora, Marcelo Domínguez, que no fue avalado por el juez de Garantías 4 de ese distrito, Sebastián Monelos, al considerar que faltan pruebas para encarcelarlo.
En qué se encuentra la investigación
El móvil del crimen de “Lechuga”, según sospecha el fiscal Domínguez, fue una deuda de 50 mil dólares y 17 terrenos que Pilepich debía entregarle a la víctima. Por eso, la tarde del 18 de julio pasado, Pérez Algaba fue hasta General Rodríguez para encontrarse con el empresario detenido este miércoles y con Vargas, en la creencia de que cobraría lo que le debían.
Camino a ese campo, donde se cree pudo ser capturado y asesinado, la víctima reconoció en un mensaje de audio que temía por su vida y que existía la posibilidad de que fuera baleado, según las pruebas a las que se refirió Domínguez en la orden de detención que la Justicia de Garantías avaló el lunes pasado.
Luego del encuentro entre Pérez Algaba con Pilepich y Vargas, su celular no volvió a activarse. Su último registro data del 18 de julio, alrededor de las 18, en General Rodríguez.
Vargas y Pilepich aseguraron que se retiraron del campo y que la víctima quedó allí a la espera de que alguien pasara a buscarlo.
Además de Pilepich, por el momento la causa por el crimen tiene otros cinco detenidos: Matías Gil, Fernando Carrizo, Flavia Bomrad, Luis Contreras y Alma Chamorro. Además, se busca a Nahuel Vargas, quien tiene pedido de captura.
Pilepich y Vargas están acusados del delito de homicidio cuádruplemente agravado por haber sido cometido mediante el uso de arma de fuego, con alevosía, por codicia y por el concurso premeditado de dos o más personas.
Para la Fiscalía, los sospechosos posteriormente "seccionaron y embalaron el cuerpo de la víctima, y lo arrojaron en el Arroyo del Rey, previo colocarlo en una valija de color rojo marca Brandy y en una mochila con inscripciones del Municipio de Lomas de Zamora”.
Domínguez asegura que el crimen fue planificado desde un comienzo y que la clave está en una supuesta reunión mantenida el 17 de julio en una escribanía de Hurlingham y en el encuentro del día siguiente en General Rodríguez.
Cuando se presentaron como testigos, los ahora principales sospechosos Pilepich y Vargas aseguraron que entre los dos le debían a la víctima 150 mil dólares. Afirmaron que un porcentaje (90 mil dólares) lo habían saldado en la escribanía y que los 60 mil restantes se los entregaron en mano ese martes 18.