Los detectives de la Superintendencia de Investigaciones Federales, a través de la División Delitos Constitucionales, detuvieron a tres jóvenes sospechados de encontrarse detrás de la serie de amenazas de bomba registradas en las estaciones de trenes de las líneas Roca y Sarmiento y del subte de la Ciudad de Buenos Aires, que causaron pérdidas millonarias por la suspensión de los servicios.

Según una fuente del caso, las amenazas no terminaron allí, sino que también alcanzaron a la Casa Rosada, el Congreso de la Nación, la Cámara Electoral, instituciones educativas y a funcionarios de primera línea del Gobierno Nacional, entre ellos, el ministro de Transporte, Diego Giuliano.

En tanto, indicaron que, incluso, los llamados intimidatorios afectaron al búnker de Sergio Massa durante las últimas elecciones presidenciales y al juez federal que se encontraba en esos momentos en turno.

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Las fuentes consultadas por Télam identificaron a uno de los detenidos como Facundo Maximiliano Martínez (18), hijo de un sargento retirado de la policía bonaerense y hermano de una integrante de la Policía de la Ciudad, quien fue apresado en la localidad bonaerense de Llavallol. Fue acusado de integrar el grupo que se hacía llamar "La mafia del Hentai", en alusión a un animé japonés porno, junto con los otros dos sospechosos, Matías Manuel Danco y Leandro Gonzalez.

De acuerdo a la investigación llevada a cabo por los funcionarios policiales, con la colaboración de especialistas de áreas de Antiterrorismo y Cibercrimen, se pudo establecer que las amenazas eran realizadas a través de varias líneas telefónicas de la empresa Telecentro, las cuales canalizan las llamadas a través de una conexión a internet.

Según indicaron los voceros, parte de los detenidos se dedicaban a hackear las cuentas de los clientes de la empresa, gestionándoles -sin su consentimiento- nuevas líneas telefónicas a su nombre, las que luego eran vendidas al mejor postor en el mercado negro de la Deep Web. En ese ámbito, el sospechoso, luego de adquirir líneas fraudulentas a nombre de terceros, utilizaba redes wifi públicas para realizar los llamados intimidatorios, evitando de este modo ser rastreado.

Sin embargo, los detectives lograron establecer la existencia de algunos patrones comunes de conexión que resultaron ser la punta del ovillo que derivó en múltiples intervenciones telefónicas realizadas en tiempo real, la identificación de los autores y su detención.

Allegados a la investigación, señalaron que -hasta el momento- se identificaron al menos unos 30 hechos de amenazas relacionados a los detenidos, uno de los cuales, al ser atrapado anoche, se refirió a sí mismo como una persona "peleada con el sistema".

Horas después de que se conociera la noticia, el ministro de Transporte reveló que el miércoles pasado recibió un WhatsApp con amenazas que provenía de un número sin registrar y que se correspondía con una de las líneas telefónicas utilizadas en los últimos días para hacer "las alertas de bombas a estaciones de trenes y otras instituciones".