Bajada un poco la espuma del resultado electoral, festejando el triunfo unos y la derrota digna otros, los focos están puestos en apreciar el tablero político y se abre la transición hacia una nueva etapa que deberá conducir Alberto Fernández. En materia económica los desafíos son múltiples, pero hasta el 10 de diciembre, las decisiones, responsabilidad y cuidados dependen del gobierno saliente.

¿Cuáles son las claves económicas de los próximos 40 días?

En primer lugar, las reservas. Desde las PASO y hasta las elecciones las reservas internacionales se redujeron en USD 22.806 millones entre intervenciones del BCRA para satisfacer demanda (unos USD 7.000 millones), pagos de deuda y retiro de depósitos en dólares por parte de privados. El endurecimiento del cepo da cuenta de una respuesta a esta erosión apretando por el lado de la demanda de dólares. Pero podría no ser suficiente, teniendo en cuenta los ritmos y las obligaciones por delante.

En materia económica los desafíos son múltiples, pero, hasta el 10 de diciembre, todas las decisiones, responsabilidad y cuidados dependen del gobierno saliente

De los casi USD 44.000 de reservas brutas que tiene el BCRA, se estima que las netas no superan los USD 6.000. El drenaje de retiro de depósitos continúa sin prisa pero sin pausa, al tiempo que restan vencimientos de deuda en dólares por USD 4.638 millones entre noviembre y diciembre (también hay vencimientos de obligaciones en pesos que ascienden a USD 8.526 millones).

La situación es delicada. Tomando en cuenta que el desembolso pendiente del FMI por USD 5.400 millones no llegaría hasta el comienzo del nuevo mandato, y dependerá de negociaciones iniciales de la nueva administración con el Fondo, la liquidación pendiente de exportaciones (desincentivada con la reaparición del dólar blue) cobra una mayor relevancia.

Si bien una de las discusiones es sobre el timing de los cambios operados por Sandleris sobre el cepo; la caída de reservas explicada por la cobertura de los ahorristas y los pagos de deuda se explica por el fracaso de una política integral. No obstante, cierto también es que podrían haberse ahorrado algunos dólares extra bajando el límite permitido de compra de USD 10.000 mensuales a, por ejemplo, USD 1.000 (más del 80% de los compradores de dólares desde septiembre hicieron compras por debajo de este valor) en las semanas previas a las elecciones. Hoy todo dólar suma.

Así las cosas, el cuidado de reservas internacionales, principal pedido del entonces candidato y hoy Presidente electo Fernández, atraviesa un desafío en los días que nos separan al 10 de diciembre. ¿Qué poder de fuego heredará el próximo gobierno para contener tensiones cambiarias y vencimientos de deuda? Si bien es pronto para precisar una estimación, la certeza es que será un margen exiguo.

El cuidado de reservas internacionales, principal pedido del entonces candidato y hoy Presidente electo, atraviesa un desafío en los días que nos separan al 10 de diciembre

En segundo lugar, el período de transición puede mostrar un mayor deterioro en la economía real, fundamentalmente en los ingresos reales y las expectativas de corto plazo. Ya desde la corrección cambiaria post PASO, se recalentó la inflación, que cerrará en 2019 cerca del 60%.

Con el apriete del cuerito en la canilla del cepo, vuelve al ruedo el dólar blue. Si bien esta cotización no implica un aumento de costos en las importaciones de sectores que se valen de bienes intermedios extranjeros para producir, puede marcar las expectativas en los agentes a la hora de celebrar contratos o fijar coberturas. La brecha entre oficial y paralelo puede resultar indicativa del valor esperado del dólar e impactar en las previsiones de empresas, así como también en la cobertura de los no transables en la economía.

Los próximos 40 días estarán signados por las tensiones que reflejan los desafíos de la economía a partir de 2020. Una economía que deberá lidiar con una pesada herencia en materia de vencimientos de deuda y el estado de la economía real, el empleo y el nivel de vida. La pericia del gobierno saliente deberá mostrar responsabilidad en este contexto. La reunión entre Alberto Fernández y Mauricio Macri al día siguiente de las elecciones es un suceso que, desde lo institucional, marca una buena señal. Una señal de inicio de los que serán unos muy largos 40 días.