Mauricio Macri aterrizará durante la mañana del viernes en la ciudad de Lima para protagonizar una devaluada octava Cumbre de las Américas y mantener una reunión bilateral con el vice de Trump, Mike Pence.

Pese a que la agenda oficial de la reunión de mandatarios marque otros eventos, su viaje a Perú cuenta con tres objetivos bien claros que intentará cumplir: liderar una firme y colectiva condena a Nicolás Maduro, sellar el acuerdo por los metales y destrabar las importaciones estadounidenses al biodiésel argentino.

Macri tiene tres objetivos: liderar una condena colectiva a Maduro, sellar el acuerdo por los metales y destrabar las importaciones al biodiésel.

Junto al ministro de Relaciones Exteriores, el canciller Jorge Faurie, Macri buscará ser la cabeza de una condena internacional a Maduro por la crisis económica, social y humanitaria que atraviesa Venezuela y por no haber suspendido las elecciones. Para ello cuenta con el apoyo explícito de su par de España, Mariano Rajoy, y del mismísimo Donald Trump, aunque se espera que el reclamo sea unánime.

Preocupado por los ataques con armas químicas en Siria, Trump avisó su ausencia a la cumbre y le quitó relevancia internacional al encuentro. A pesar de que sea uno de los tópicos principales, los mandatarios evitarán tratar la corrupción en la región, ya que la mayoría de los países miembro se encuentran envueltos en escándalos por la misma.

Biodiésel, Venezuela y metales: aterriza Macri en la Cumbre de las Américas con pedidos para EE.UU.

Luego, durante la reunión bilateral que lo acercará al vicepresidente de los Estados Unidos, el líder de Cambiemos sellará el acuerdo para que los metales argentinos sean eximidos de los duros aranceles (25% al acero y 10% al aluminio) aprobados por Trump para proteger la industria local y la seguridad nacional de los precios chinos.

Con el antecedente positivo de la negociación por los limones, parece imposible que no se termine de cerrar el acuerdo por la baja de aranceles para los metales de Aluar y Techint, que representan un ingreso de US$750 millones por año.

El Departamento de Comercio norteamericano sancionó al biodiésel argentino por dumping con aranceles de entre el 60% y el 86%.

Finalmente, el último y más complicado objetivo de la comitiva integrada por Macri, Faurie, el secretario de Asuntos Estratégicos, Fulvio Pompeo, y el ministro de producción, Francisco Cabrera, será destrabar el conflicto por el biodiésel argentino.

En agosto de 2017, el Departamento de Comercio norteamericano liderado por el banquero republicano Wilbur Ross sancionó a la Argentina por dumping (vender un producto por debajo de su precio, con el objetivo de eliminar a las empresas competidoras y apoderarse del mercado) con unos aranceles de entre el 60% y el 86%.

Y aunque todavía resta una instancia superior, que es apelar ante la Organización Mundial de Comercio (OMC), desde la Casa Rosada son optimistas en solucionar el problema desde el diálogo diplomático. De no vislumbrarse ninguna mejora ahí sí acudirán a la OMC para salvar un negocio de hasta 2.000 millones de dólares.

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