El fiscal Marijuan imputó a Alperovich y a su mujer, la exsenadora Rojkés, por enriquecimiento ilícito
La pareja deberá presentar declaraciones juradas de sus bienes. El exgobernador de Tucumán fue condenado en junio de 2024 por abuso sexual y está actualmente preso en el penal de Ezeiza.
El fiscal federal Guillermo Marijuan abrió una causa contra José Alperovich y su esposa, la exsenadora Beatriz Rojkés, por enriquecimiento ilícito. Actualmente, el exgobernador de Tucumán está preso en el penal de Ezeiza, donde cumple una condena a 16 años de prisión por abuso sexual que la Justicia le aplicó en junio de 2024.
Esta nueva imputación llegó luego de una denuncia del presidente de la Fundación por la Paz, Fernando Míguez, quien advirtió un crecimiento patrimonial "apreciable e injustificado" del exfuncionario y de su familia durante los años en que estuvieron en el poder.
La denuncia se extiende a familiares y allegados del matrimonio, a quienes también se les señala por presuntas irregularidades en sus finanzas. De acuerdo al análisis del fiscal Marijuan, las conductas investigadas estarían relacionadas al delito de enriquecimiento ilícito, una figura legal que contempla penas de hasta seis años de prisión.
La denuncia de Míguez interpreta que la evolución patrimonial de la pareja no va de la mano con sus ingresos declarados. El letrado ya analizó la documentación y los elementos probatorios, y tomó la determinación de abrir la causa.
El 18 de junio del año pasado, la Justicia ya había condenado al tres veces gobernador de Tucumán a 16 años de prisión por abuso sexual -nueve actos distintos entre 2017 y 2018- contra su sobrina y exsecretaria. En ese entonces, el juez federal Juan Ramos Padilla dispuso su inmediata detención y traslado a la cárcel.
El magistrado enumeró en detalle las pruebas contra el exgobernador, que fue declarado "autor penalmente responsable del delito de abuso sexual simple reiterado en tres ocasiones, además de dos intentos de abuso y otros seis hechos de abuso sexual con acceso carnal, en los que hubo intimidación y abuso de una relación de dependencia, poder y autoridad".
En el fallo, el juez declaró que una de las pruebas de mayor contundencia fue el testimonio de la denunciante, al que consideró "pormenorizado y corroborado", así como también "las pericias físicas y psicológicas, y múltiples testimonios que le dieron un sustento probatorio contundente".
En base a todos los datos que aportó el magistrado en el fallo, consideró también que la pena del acusado se agrava por la conducta que mantuvo, tanto antes como después de la formalización de la denuncia, ya que "pretendió evitar un proceso penal a partir del ofrecimiento de dinero o cualquier otra clase de prebenda".
Alperovich, que cumple su condena en el pabellón de abusadores sexuales en el penal de Ezeiza, ahora deberá enfrentar otra causa judicial.