Cristina Kirchner declara este miércoles en el juicio que se lleva a cabo desde el 26 de junio pasado por el intento de magnicidio que sufrió en 2022, y que tiene como acusados a los integrantes de la llamada banda de "los Copitos". 

Luego de apuntar este martes públicamente a los "medios de comunicación hegemónicos" y a los "autores intelectuales" y "financiadores" del ataque, la exvicepresidenta de la Nación se presenta esta mañana frente al Tribunal Oral Federal (TOF) N°6 de la Ciudad de Buenos Aires. En la víspera, denunció que los presuntos instigadores del hecho "duermen protegidos por Comodoro Py".

El proceso en el TOF, que comenzó hace un mes y medio después de casi dos años desde que se produjo el hecho y contará con un total de 277 testigos, tiene como acusados a Fernando Sabag Montiel, Brenda Uliarte y Nicolás Carrizo. Los tres, que ya declararon ante el tribunal, estarán presentes en la jornada que tiene como protagonista a la víctima del delito que se les imputa.

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Aunque se les adjudican diferentes roles, cada uno de los "copitos" están procesados por el intento de magnicidio ocurrido el 1° de septiembre de 2022, cuando Kirchner ejercía la Vicepresidencia de la Nación durante el gobierno de Alberto Fernández.

Está prevista también la presencia de dirigentes y representantes sociales, en señal de respaldo a la dos veces presidenta, quien una vez que finalice su declaración se dirigirá al Instituto Patria, a metros del Congreso, para saludar a grupos de organizaciones sociales y otros sectores que se autoconvocaron para recibirla, según indicaron a la agencia Noticias Argentinas fuentes del entorno de su entorno.

"Diferentes voces vienen sosteniendo que este juicio juzga lo que se ve en las cámaras de TV, dejando afuera la investigación de los autores intelectuales, vínculos políticos y financiamiento del atentado", advirtieron desde el instituto que preside la exmadataria.

Sus defensores también reprocharon que "nunca se profundizó la investigación sobre las supuestas organizaciones políticas que rodeaban a los atacantes" y precisaron: "Se trata de organizaciones ultraviolentas que nacieron meses antes del atentado, recibieron financiamiento político y desaparecieron al día siguiente del atentado".

El juicio se reanudó el pasado 31 de julio, tras la feria judicial de invierno, en la Sala AMIA de los tribunales federales de Comodoro Py. Ese día brindó su testimonio el secretario privado que estaba con ella en el momento del ataque, Diego Bermúdez Bringue, quien aseguró: "Nosotros nunca pensamos en un atentado".

Sabag Montiel, en tanto, afirmó previamente ante los jueces que su acción de gatillar a metros del rostro de la entonces vicepresidenta "fue con un fin personal" y no para "beneficiar a ningún sector político". No obstante, la querella considera que contó con la participación opositores como "autores intelectuales" y "financiadores".

El extenso listado de testigos que se convocaron para brindar sus dichos sobre el hecho incluye a figuras políticas, personal de seguridad, personas del entorno de los acusados y expertos en diversas áreas. También hay citados expertos forenses, analistas de inteligencia y testigos presenciales.

Sabag Montiel, Uliarte y Carrizo enfrentan cargos por tentativa de homicidio doblemente calificado por alevosía y el concurso premeditado de dos o más personas, agravado por el uso de arma de fuego. El primero es considerado el autor material del ataque, mientras que los otros dos imputados son juzgados como cómplices activos en la planificación y ejecución del atentado, ya que se presume que usaban su negocio de venta de copos de azúcar como una pantalla mientras vigilaban la vivienda de la exvicepresidenta.

Debido a la cantidad de testigos y a la complejidad de la causa, se espera que las audiencias ante los jueces Sabrina Namer, Adrián Grunberg e Ignacio Fornari se extiendan entre seis meses y un año.