Sin lugar a dudas, uno de los momentos más tensos que se vivieron este miércoles durante el intento de golpe de Estado en Bolivia fue el cara a cara entre el exgeneral de las Fuerzas Armadas Juan José Zúñiga y el presidente Luis Arce en el Palacio Quemado, minutos después de que los militares rompieran las puertas con dos tanquetas e ingresaran por la fuerza en la sede del Ejecutivo.

En los pocos minutos estuvo dentro de la Casa de Gobierno, el uniformado se enfrentó con el mandatario, que estaba dentro del Palacio Presidencial tomándole juramento a la nueva cúpula castrense.

Allí, escoltado por un gran número de funcionarios, Arce, que llevaba en su mano el Bastón Presidencial, se paró frente al general sublevado, le levantó la voz y le gritó: "Acate mi orden capitán, vuelva y repliegue a toda la policía militar a sus cuarteles ¡en este momento!".

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El cara a cara entre Arce y Zúñiga (Video: X de @correodelsurcom)

"No puede ser eso, no puede ser el desprecio, tanto desprecio", se quejó Zúñiga, que en ningún momento dejó de masticar chicle.

"Lo que usted está haciendo contra el pueblo boliviano no se lo puedo perdonar. Si usted respeta el mando y se considera un buen militar, repliegue todas esas fuerzas. Es una orden. ¿No me va a hacer caso? ", desafió el jefe de Estado.

"No", soltó el aludido, que con solo dos letras confirmó su insurrección.

Finalmente, el intento de golpe fracasó y Zúñiga fue detenido. Sin embargo, el militar no se entregó sin antes dejar unas cortas pero resonantes declaraciones en las que afirmaba que se trataba de un "autogolpe" ideado por Arce para "levantar su popularidad".

"El Presidente me dijo ‘la situación está muy jodida, esta semana va a ser crítica, entonces es necesario preparar algo para levantar mi popularidad’", afirmó.

Ante la pregunta de los periodistas de si se trataba de un "autogolpe", respondió: "Sí, es montado".