Theresa May, espectadora de lujo en el acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea
Luego de confirmarse el acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea, los líderes de ambos bloques celebraron el hito en una conferencia de prensa, en la que llamó la atención la presencia de Theresa May, la primera ministra del Reino Unido.
De hecho, en los poco más de 20 minutos que duró la exposición de Mauricio Macri, presidente pro-tempore del bloque sudamericano, y Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea, a la líder del Partido Conservador se la vio en un segundo plano y sin la efusividad que sí exhibían el resto de los mandatarios.
Según informaron medios locales e internacionales, May solo asistió a la declaración conjunta por una cuestión protocolar. Ni ella ni el Reino Unido formaron parte activa del último tramo de las negociaciones, ya que no verán su implementación, progreso ni beneficios (o carencias).
Es que más allá de que la máxima mandataria ya presentó la renuncia a su cargo y en las próximas semanas se conocerá a su sucesor (Boris Johnson o Jeremy Hunt), el Reino Unido se encuentra en la última etapa del Brexit, como se conoce a su proceso de salida de la Unión Europea.
Fue, justamente, un tortuoso y desprolijo Brexit lo que erosionó y pulverizó el poder político de Theresa Mary May en la Cámara de los Cómunes (la Cámara Baja del Parlamento) y en la Eurocámara.
Tras un disruptivo referéndum popular y unas arduas negociaciones con la Comisión Europea de Juncker, el Parlamento de Antonio Tajani y el Consejo de Donald Tusk, la primera ministra nunca pudo conseguir que el Parlamento Británico aprobara las condiciones impuestas por Bruselas.
Por eso, el 24 de mayo, frente a la puerta del número 10 de Downing Street, donde está emplazada la residencia oficial, May anunció su dimisión, en una conferencia de prensa en la que no aceptó preguntas y no pudo contener las lágrimas sobre el final.
Ahora, tanto Johnson como Hunt deberán negociar contrarreloj para sellar la salida del Reino Unido de la UE antes del 31 de octubre, la fecha límite. Sin mayoría en el Parlamento, quien asuma como primer ministró tendrá que renegociar con Bruselas o ablandar a los opositores que hasta ahora vienen rechazando el acuerdo.