La guardia costera de Mauritania recuperó 89 cadáveres de pasajeros de un barco que volcó el pasado lunes frente a ese país africano. Hasta el momento, la fuerza de seguridad rescató con vida a 9 de las 170 personas que estaban a bordo, mientras el resto permanece desaparecida.

Los migrantes se dirigían desde la costa de África occidental hasta las Islas Canarias, una de las rutas más mortíferas del mundo.

Yali Fall, presidente de la asociación de pescadores de la ciudad de Ndiago, en el suroeste de Mauritania y fronteriza con Senegal, contó que el número de muertos ascendía a 105 y que los lugareños enterraron cadáveres que habían sido arrastrados por el agua hacia la costa.

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"Durante tres días enterramos muertos", reveló, al tiempo que las familias de las victimas difundieron que la causa principal del accidente fue un incendio en el barco pesquero.

Alrededor de 5.000 personas murieron en esta ruta, según indicó el grupo de derechos migratorios Walking Borders en junio pasado. En ese mes, 19.000 llegaron a destino de manera irregular, por lo que el Gobierno local estimó que en 2024 se podría romper el récord de 40.000, alcanzado en 2023.

Las islas españolas están situadas a 100 kilómetros de la costa norte de África y, según The Guardian, los barcos van sobrecargados y no cuentan con las condiciones básicas para sus pasajeros, lo cual acrecienta las probabilidades de que se produzcan accidentes.