El Departamento de Justicia de Estados Unidos, junto a 11 estados, demandó por prácticas monopólicas a Google, una de las empresas más grandes del mundo. La acusación que pesa sobre el gigante tecnológico es abusar de su posición dominante para mantener un monopolio en las búsquedas y la publicidad en línea.

¿Cómo lograría perpetrar su monopolio? A través del pago anual para que su motor de búsqueda esté instalado como opción predeterminada en navegadores y dispositivos móviles. En la vereda de enfrente, el gobierno liderado por Donald Trump pide cambios estructurales, lo cual implicaría que Google deje de ser "el principal guardián de acceso a Internet".

La demanda da luz verde a una posible división de la compañía y es la mayor ofensiva por parte del Estado contra una empresa tecnológica de los últimos años. La postura del gobierno contra Google pone a la defensiva a otras empresas líderes del mercado como Facebook, Apple y Amazon.

En EE.UU, Google controla el 80% de las búsquedas en línea Internet. Su presencia en casi todos los aparatos conduce a la empresa liderada por Sundar Pichau a hacer un gran negocio en venta de espacios publicitarios.

"Google ha excluido así la competencia para la búsqueda en Internet", dice la denuncia que llega semanas antes de las elecciones presenciales, donde Trump y Biden disputan la presidencia. La postura del gobierno es visibiliza que el actual presidente, si logra un segundo mandato, desafiará la influencia del sector tecnológico.

"Google es tan dominante que 'Google' no es solo un sustantivo para identificar a la empresa y el motor de búsqueda de Google, sino también un verbo que significa buscar en Internet", sostiene la denuncia. De hecho, el verbo "googlear" apareció con la creación de la compañía.

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¿Qué dijo Google?

La ex start-up se defendió de la demanda civil al considerarla "defectuosa" y que no ayuda "en nada" a los consumidores. "La gente usa Google porque así lo desea, no porque se vea obligada a hacerlo o porque no pueda encontrar alternativas", sostuvo la compañía en un comunicado. 

La empresa afirmó que la demanda "forzaría artificialmente alternativas de búsqueda de menor calidad". De esa manera "se aumentarían los precios de los teléfonos y dificultaría que las personas obtengan los servicios de búsqueda que desean utilizar".

Y hasta se comparan con una empresa de cereales, al explicar que una compañía de ese tipo paga para promocionar sus productos. Al igual que Google que reconoce pagar para publicitar sus servicios. "La queja del Departamento de Justicia se basa en dudosos argumentos antimonopolio para criticar nuestros esfuerzos por hacer que la Búsqueda de Google esté fácilmente disponible para las personas".

La compañía en la Justicia

No es la primera vez que la metodología de la compañía es cuestionada y llevada ante los tribunales. En 2013, la Comisión Federal de EE.UU cerró una investigó contra la empresa por conductas antimonopólicas.

Por su parte, la Unión Europea la sancionó tres veces a Google. Primero fueron 2.420 millones de euros por su posición dominante con Shopping y un año después llegó la multa de 4.340 millones por usar Android para promocionar sus aplicaciones.

Asimismo, en 2019, la sancionaron con 1.490 millones de euros por bloquear anuncios de motores de búsqueda rivales.

Esta nueva investigación por parte del país de origen de la compañía de Sillicon Valley duró más de un año. Se estudiaron las prácticas de la compañía en EE.UU y en el exterior.