Luego de que ardiera en llamas ante los ojos del mundo, la catedral de Notre Dame recibió promesas de donaciones por hasta US$960 millones para iniciar su reconstrucción y restauración.

Curiosamente la el edificio parisino consiguió una monstruosa cifra en tan solo cuatro días luego de la tragedia, mientras que el Museo Nacional de Rio de Janeiro, que vivió una situación similar en septiembre de 2018, no alcanzó ni siquiera medio millón de dólares.

Aunque no fuera mundialmente conocido como Notre Dame, ocho meses después del incendio que lo arrasó, el Museo Nacional de Rio todavía lucha por aumentar los 280.000 dólares recaudados.

Su director, Alexander Kellner, se mostró agradecido por lo conseguido hasta el momento, pese a que destacó también cierta decepción por la diferencia entre lo recaudado por cada entidad.

"Nuestro país no está acostumbrado al mecenazgo y no existen reducciones de impuestos para ese tipo de donaciones, como ocurre en Francia o en Estados Unidos, por ejemplo. Nuestro gobierno debería aprender de esto", lamentó.

Para colmo, la prensa brasileña se hizo eco de una donación de 20 millones de euros realizada por la millonaria y filántropa brasileña Lily Safra para la reconstrucción de Notre Dame.

Y, ante la consulta, Kellner no ocultó su enojo para con Safra. "No se trata de obtener valores de esa amplitud, pero el Museo Nacional necesita verdaderamente de donaciones", le reprochó.