Luego de que presentara un cuadro "estable" tras haber pasado una noche "tranquila" en el Hospital Gemelli de Roma, la radiografía de tórax realizada el martes arrojó que el papa Francisco consolidó las "mejoras registradas en los días anteriores". Mientras tanto, creció la expectativa sobre su evolución y la posibilidad de que reciba el alta tras casi un mes de internación por una bronquitis, que derivó en una neumonía bilateral.

"Las condiciones clínicas del Santo Padre, en la complejidad del cuadro general, permanecen estacionarias", manifestaron los médicos en su parte, en el que informaron que el Sumo Pontífice todavía cuenta con "oxigenoterapia de alto flujo durante el día y ventilación mecánica no invasiva durante el descanso nocturno".

Si bien la Santa Sede afirmó que continúa "estable", desde el entorno médico mantienen la cautela respecto de cuándo se produciría su eventual alta.  

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"Pasó una noche tranquila", habían señalado desde el Vaticano en su boletín matutino.

De acuerdo al informe de salud que se difundió el martes, Jorge Bergoglio "siguió los Ejercicios Espirituales, en conexión con el Aula Paulo VI, donde está reunida la Curia Romana, que también rezó por la recuperación del Papa". En este contexto, el escrito sostuvo que el Papa no recibió visitas, por lo que se dedicó a la oración y a la meditación, al tiempo que esta mañana comulgó.

Francisco fue hospitalizado el 14 de febrero pasado por una bronquitis que avanzó a una neumonía y le produjo algunos episodios cardiorrespiratorios críticos. No obstante, esas crisis no se han reiterado en la última semana. 

Debido a la complejidad del cuadro clínico y el importante foco infeccioso presentado en el momento del ingreso, será necesario continuar la terapia médica durante algunos días más.