Más de 2.000 muertos y al menos 2.059 heridos causó un terremoto de magnitud 6,8 en Marruecos, cuyo Gobierno ha decretado este sábado tres días de luto y recibido las condolencias de los principales líderes del mundo. Mientras tanto, los equipos de rescate no cesan en la búsqueda de sobrevivientes entre los escombros de las decenas de edificios y viviendas que colapsaron. El epicentro del movimiento telúrico, el más mortífero desde 2004, se localizó cerca de la ciudad de Ighil, en Al Hauz, a unos 70 kilómetros al sur de Marrakech. Hasta el momento, no hay reportes de víctimas argentinas, dijo la Cancillería.

El violento y devastador sismo se produjo en la noche del viernes, a las 23.11 hora local, y sembró el pánico en esa antigua ciudad imperial marroquí, donde a través de las redes sociales se observó cómo cientos de personas salían corriendo de los edificios en un intento por escapar de la destrucción.

En un balance de víctimas que no para de actualizarse, el Ministerio del Interior marroquí informó que más de 2.000 personas perdieron la vida y al menos 2.059 resultaron heridas. Un funcionario local dijo que la mayoría de las muertes había ocurrido en zonas montañosas de difícil acceso.   

En Marrakech, la ciudad más cercana al epicentro, donde los residentes pasaron la noche a la intemperie, temerosos de volver a sus casas, el minarete de una mezquita cayó en la plaza Jemaa al-Fna, el corazón del casco antiguo, que la UNESCO declaró Patrimonio de la Humanidad.   

"Todo es por la voluntad de Dios, pero hemos sufrido grandes daños", dijo Miloud Skrout, un residente de esa urbe. Sofía Catalá, una española que vive en el centro de Marrakech, relató en la noche del viernes a la televisión que durante el terremoto “se empezó a mover el suelo como en un bombardeo”. “Pensé que se caía el edificio. Ahora está todo el mundo en la calle en pijama”, añadió.

La antigua ciudad imperial de Marrakech fue la más damnificada por el potente movimiento telúrico. (Foto: NA)

Unas 150 personas, en especial familiares de los heridos, esperaban en las puertas de un hospital, procedentes en su mayoría de zonas montañosas de las afueras de la ciudad, ya que los locales carecen de capacidad para tratar heridos graves. "Todavía no puedo dormir en casa por la conmoción y también porque el casco antiguo está formado por casas viejas. Si se cae una, se derrumban las demás", dijo Jaouhari Mohamed, que describió escenas desesperadas mientras la gente huía en busca de refugio.   

La televisión local mostró imágenes de escombros sobre coches destrozados. El Ministerio del Interior llamó a la calma y dijo en un comunicado televisado que el sismo había sacudido las provincias de Al Haouz, Ouarzazate, Marrakech, Azilal, Chichaoua y Taroudant.   

Montasir Itri, residente de la aldea montañosa de Asni, cerca del epicentro, comentó que la mayoría de las casas había sufrido daños. "Nuestros vecinos están bajo los escombros y la gente está trabajando duro para rescatarlos utilizando los medios disponibles en el pueblo", aseguró. 

Más al oeste, cerca de Taroudant, el profesor Hamid Afkar afirmó que había huido de su casa y que sintió las réplicas. "La tierra tembló durante unos 20 segundos. Las puertas se abrieron y cerraron solas cuando bajé corriendo desde el segundo piso", subrayó. 

La televisión española RTVE informó que se sintieron temblores en Huelva y Jaén, en la región de Andalucía. También en Portugal y Argelia fueron reportados movimientos sísmicos. 

Daños en Marrakech y pavor en Rabat y Casablanca

En Marrakech, algunas casas del apretado casco antiguo se habían derrumbado y la gente trabajaba sin descanso para retirar los escombros a mano mientras esperaban la llegada de equipos pesados, dijo el residente Id Waaziz Hassan.   

Imágenes de la muralla medieval de la ciudad mostraban grandes grietas en una sección y partes caídas, con escombros esparcidos por la calle.  

Otro residente de Marrakech, Brahim Himmi, señaló que vio ambulancias saliendo del casco antiguo y muchas fachadas de edificios dañadas. Dijo que la gente estaba asustada y se quedaba fuera por si se producía otro terremoto. "La lámpara de araña se cayó del techo y salí corriendo. Sigo en la calle con mis hijos y tenemos miedo", indicó Houda Hafsi, de 43 años.

Los habitantes de la capital marroquí, Rabat, a unos 350 kilómetros al norte de Ighil, y de la ciudad costera de Imsouane, a unos 180 kilómetros al oeste, también huyeron de sus casas por temor a un sismo más fuerte, según consignaros testigos a la agencia Reuters.   

Equipos de rescate trabajan sin parar en la búsqueda de sobrevivientes entre los escombros de las decenas de casas y edificios que colapsaron. (Foto: Télam)

En Casablanca, a unos 250 kilómetros al norte de Ighil, la gente que pasó la noche en la calle estaba demasiado asustada para volver a sus casas.   

Marruecos experimenta terremotos con frecuencia en su región septentrional, debido a su posición entre las placas africana y euroasiática.

En 2004, al menos 628 personas murieron y 926 resultaron heridas cuando un terremoto golpeó Alhucemas, en el noreste del país.

El terremoto en El Asnam, en la vecina Argelia, ocurrido en 1980 y de magnitud 7,3, fue uno de los sismos más destructivos de la historia contemporánea. Dejó un saldo de 2.500 fallecidos y al menos 300.000 personas sin hogar.

Las principales reacciones

Naciones Unidas está dispuesta a ayudar al Gobierno marroquí en "sus esfuerzos para asistir a la población afectada", dijo el portavoz de la ONU, Stephane Dujarric, en un comunicado. Marrakech acogerá a principios de octubre las reuniones anuales del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.

El papa Francisco expresó sus condolencias por las más de 1.000 víctimas fatales del terremoto, lo mismo que los gobiernos de varios países, como España, Reino Unido, Italia, Israel y Estados Unidos, que además fueron los primeros en ofrecer su colaboración para las tareas de rescate.

Idéntica actitud adoptaron más tarde los presidentes de Rusia, Vladimir Putin; de Ucrania, Volodimir Zelensky; de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, y de China, Xi Jinping.

Argelia, por su parte, anunció la apertura de su espacio aéreo a los aviones con ayuda humanitaria para las víctimas de la tragedia en Marruecos, país al que había cerrado la circulación de aviones civiles y militares en septiembre de 2021.