Son días sórdidos para Zlatan Ibrahimovic. Seis de sus novias modelos, que lo acompañan en la millonaria residencia de Los Ángeles, aseguran que saca su Aston Martin del garage apenas "tres o cuatro veces por día", lejos de las épocas en las que se ilusionaba con disputar el Mundial de Rusia.

Su caso es uno de los más duros entre aquellas estrellas que se quedaron fuera de la Copa, pero no es el peor. Quienes mejor conocen a Mauro Icardi, marginado por Javier Mascherano de la Selección Argentina, advierten que está "tan deprimido" y "tan del orto" que planea gastarse doscientos mil dólares en una semana de vacaciones. Tal vez ni siquiera eso le saque el sabor amargo de no compartir una concentración con sus compañeros y respectivas mujeres.

Hay más. El francés Karim Benzema piensa aprovechar los días libres para hacerle algunas reformas a su dos ambientes en el barrio de Jorge Newbery, Mar del Plata. El alemán Mario Götze planea recorrer con su familia las playas de Uruguay, comenzando por la fascinante experiencia de bañarse con un balde lleno de agua de pozo, atado a un piolín, en Cabo Polonio.

Icardi está "tan deprimido" y "tan del orto" que planea gastarse US$200 mil en una semana de vacaciones y tal vez ni siquiera eso le saque el sabor amargo de no compartir una concentración con sus compañeros y respectivas mujeres.

Otras estrellas que tampoco irán a la cita mundialista intentan desenchufarse con sus propios métodos. El brasileño David Luiz se encerró en su residencia familiar a leer los consejos espirituales de Ari Paluch, mientras que el español Álvaro Morata comentará los partidos de su selección por WhatsApp y ya está negociando "uno o dos canjes".

Del medio local, son pocos los que viajarán a Rusia. Pablo Pérez y Ricardo Centurión verán el partido juntos, salvo que el mediocampista de Racing tenga alguna eventualidad de tránsito. Lautaro Martínez, en tanto, podría dedicarse a "manejar un Uber", por indicación de su psicólogo, que no quiere que "se deprima". "Ojalá no se cruce con Centurión", ruegan en su familia.

Del otro lado del charco, los celestes dejados afuera por el Maestro Tabárez lo viven con menos drama. Alvaro Navia, por ejemplo, se anotó en un curso de actuación y se entusiasmó con la idea de aprender algo del oficio.

Pablo Pérez y Ricardo Centurión verán el partido juntos, salvo que el mediocampista de Racing tenga alguna eventualidad de tránsito. Lautaro Martínez, en tanto, podría dedicarse a "manejar un Uber", por indicación de su psicólogo.

"Lo importante es que cada uno encuentre la manera de superar el trauma y después venga y me la cuente, así lo mando al frente en mi nuevo libro", advierte un famoso psicólogo que suele ser entrevistado en uno de esos programas de fines de semana donde todos se ponen pretenciosamente reflexivos.

Tal vez en ese plan, el de superar el trauma, es que Flavio Mendoza decidió apagar su teléfono "hasta que todo haya terminado" y que Marcelo Iripino dio instrucciones a su entorno para no hablar más de Rusia y enfocarse en su nuevo proyecto de gente que baila y polemiza con otra gente.

Alegrías y tristezas. Esperanzas y decepciones. Moreno y Fabianesi. Se viene un mes espectacular.