No todo es maravilloso en la vida de un famoso. A veces, estas superestrellas se encuentran con situaciones no tan placenteras. En este caso, la mala pasada le tocó a Katy Perry.  

Esta semana, uno de sus "queridos" fans fue arrestado en Miami, tras un incidente durante el show que la cantante estaba dando en el American Airlines Arena. Pawel Jurski, un polaco de 37 años, quiso ingresar a una zona restringida del backstage y fue capturado por la seguridad del lugar al gritó de "haré lo que sea necesario para estar con ella".

Es que Jurski lo decía en serio. Según el informe policial, durante los últimos 20 días estuvo presente en los recitales que Perry dio en Toronto, Orlando, Tampa, Atlanta, Chicago y Michigan. Además, la siguió dentro de un restaurante y se escondió abajo de una escalera en el hotel en el que se alojaba la artista. Todo esto previo a intentar traspasar a los guardaespaldas que custodiaban el detrás de escena. 

Peligrosa obsesión con Katy Perry: "Haré lo que sea necesario para estar con ella"

Lo arrestaron por acoso agravado y resistencia a la autoridad, cuando quiso escapar de la policía. La fianza fue fijada en 34 mil dólares y le retuvieron los documentos para evitar que continue viajando. Las últimas noticias indican que continúa bajo custodia policial. 

Habrá que verificar si el polaco continúa su gira de seguimiento internacional a la autora de Roar. En ese caso, visitará nuestro país cuando la cantante traiga su Witness: The Tour el 11 de marzo al Club Ciudad de Buenos Aires. 

Pero Katy Perry no es la única con historial de fanáticos obsesionados. Otros casos relevantes, cuentan como la modelo Kendall Jenner se encontró con un seguidor cuando entraba el auto a su garage o como la actriz Sandra Bullock tuvo que encerrarse en su armario mientras un fan ingresaba ilegalmente a su propiedad con una carta de amor en la mano.